James Baker, enviado del presidente de EEUU, George Bush, para convencer a los países acreedores de que perdonen la deuda iraquí, está vinculado a un consorcio que ayuda a Kuwait a recuperar 27.000 millones de dólares (unos 22.000 millones de euros), parte del adeudo de su vecino.

Esta información, basada en documentos confidenciales obtenidos por el semanario estadounidense The Nation, fue desvelada ayer por el rotativo británico The Guardian y coincidió con la apertura en Tokio de una conferencia de donantes de Irak que tiene la deuda como uno de sus platos fuertes y al propio Baker como uno de sus protagonistas.