La inmobiliaria Bami de Joaquín Rivero, que se hizo con el control de Metrovacesa a través de una oferta pública de adquisición (OPA) de acciones, cometió diversas irregularidades con el fin de hacerse con la mayoría del capital, según pone de manifiesto un reportaje que publica la revista Tiempo esta semana.

La revista explica que ha tenido acceso a documentos en los que se detalla que Rivero se concertó con el empresario gallego José Alberto Barreras Barreras para impedir que un grupo italiano se hiciera con Matrovacesa por medio del lanzamiento de otra OPA.

Mientras se estaba llevando a cabo la operación de adquisición en el mercado, Metrovacesa compró unos terrenos, que eran propiedad de Barrares, por la cantidad de 25 millones de euros, y en las tres semanas siguientes a esta compra, sociedades de Barreras adquirieron a su vez 1,6 millones de acciones de la firma Metrovacesa. La inmobiliaria rechaza, no obstante, la concertación.