El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió hoy a la comunidad internacional que detenga "el efecto cada vez más devastador" que la hambruna tiene en Somalia y que puede afectar a todo el Cuerno de África, por lo que solicitó urgentemente fondos para evitar la muerte de miles de personas. "Esta situación tendrá un efecto cada vez más devastador no sólo en Somalia, sino también en los otros países de la región. Naciones Unidas ha estado dando la voz de alarma durante meses", señaló Ban ante la prensa después de que la ONU declarara el estado de hambruna en dos regiones del castigado país africano. El máximo responsable del organismo internacional pidió así "el apoyo de los donantes para hacer frente a las necesidades actuales y prevenir que la crisis humanitaria se deteriore todavía más" y recordó que "las agencias h umanitarias necesitan fondos urgentemente para salvar las vidas" de los afectados. "Si los fondos no se hacen efectivos ahora y no se pueden llevar a cabo intervenciones humanitarias con rapidez, la hambruna probablemente continuará y se extenderá", alertó Ban, quien destacó que cada día mueren en Somalia "niños y adultos a un ritmo atroz" y quien subrayó que "cada día de retraso tendrá un coste en vidas". La ONU declaró oficialmente el estado de hambruna en dos regiones del sur de Somalia, Bakool y Baja Shabelle, algo inédito en esta nación durante los últimos veinte años. Ban aseguró que en los próximos dos meses serán necesarios 300 millones de dólares para ofrecer "una respuesta adecuada" a las zonas afectadas en Somalia, cuya mitad de la población, unos 3,7 millones de personas, está en una situación de crisis humanitaria. Ban, que hoy participó en un debate en el Consejo de Seguridad sobre los efectos del cambio climático sobre la paz y la estabilidad internacionales, también reconoció que la ONU y el conjunto de la comunidad internacional necesitan "trabajar para evitar hambrunas y emergencias como esta a largo plazo". La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, también compareció y ante la prensa para expresar la preocupación de su país ante la situación en Somalia, una emergencia que tildó de "desafío mundial" y que requiere de "los esfuerzos coordinados de un amplio abanico de donantes que puedan ayudar". Rice, que recordó que su país anunció este mismo miércoles la aportación de 28 millones de dólares adicionales para paliar la crisis -lo que eleva la ayuda estadounidense a 459 millones-, colocó como principal responsable de la situación humanitaria actual a la milicia integrista islámica Al Shabab, vinculada a Al Qaeda. Esa milicia controla prácticamente la totalidad del sur de Somalia, la zona afectada por la hambruna, y en 2010 impuso un veto a las organizaciones humanitarias para operar en sus dominios y que fue levantado finalmente el 5 de julio. "Al Shabab es el principal responsable de exacerbar las consecuencias de la situación de sequía que azota al país al prohibir a su propio pueblo tener acceso a la ayuda humanitaria que tanto necesita", subrayó la embajadora estadounidense, que acusó al grupo islamista de "hacer pasar hambre a su pueblo durante dos años". La hambruna en Somalia se declaró mientras una cruenta sequía azota al Cuerno de África, donde unos 11 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, según cálculos de la comunidad humanitaria.