El líder islamista Abdul Qader Mollah ha sido ejecutado este jueves por su vinculación con los crímenes de guerra cometidos en el conflicto armado que en 1971 permitió a Bangladés independizarse de Pakistán, han informado los medios locales.

El Tribunal Supremo de Bangladés ha rechazado esta mañana la revisión del caso del líder islamista condenado a muerte y ha despejado el camino para la ejecución, la primera que se produce en el país asiático entre los condenados por crímenes de guerra.

Vicesecretario general del partido Jamaat-e-Islami (JI), Mollah fue sentenciado a muerte hace tres meses, después de que un tribunal local aceptó un recurso de la acusación contra un primer veredicto, que el pasado febrero lo condenó a cadena perpetua.

Mollah, de 65 años, ha sido ajusticiado por sus crímenes durante el conflicto armado que en 1971 enfrentó a las porciones oriental y occidental de Pakistán, enfrentamiento que desembocó en la creación del Estado de Bangladés en el ala oriental.

De acuerdo con el diario Daily Star, Mollah se ganó el apodo de 'El Carnicero' durante la guerra por sus brutales métodos de tortura de los partidarios de la secesión, a la que se oponía JI.

Entierro en Faridpur

Tras su condena, el líder islamista se negó repetidamente a pedir el perdón presidencial, y ha sido finalmente ejecutado en la prisión central de Dacca pasadas las 22.00 locales (16.00 GMT), según el rotativo. El cadáver del miembro de JI será llevado a su localidad natal de Faridpur, al oeste de Dacca, y se entregará a sus familiares para ser enterrado.

Además de Mollah, otros cuatro líderes de la formación islamista han sido condenados a la pena de muerte desde inicios de año. Las sentencias han provocado fuertes protestas en las que han muerto al menos 150 personas a manos de los cuerpos de seguridad, que ha ejercido un "uso excesivo" de la fuerza, según denuncias de la organización Human Rights Watch (HRW).