El dirigente de la oposición egipcia Mohamed El Baradei, premio Nobel de la Paz en el 2005, ha exigido al presidente Hosni Mubarak que se rinda al clamor popular que pide su salida del poder y "abandone hoy para salvar el país".

El Baradei ha recibido el encargo de negociar con el Gobierno por parte de su organización y el otro gran grupo opositor, los islamistas Los Hermanos Musulmanes. El dirigente, en la plaza Tahrir, prometió a los manifestantes que "el cambio llegará". "Lo que hemos comenzado no tiene marcha atrás", dijo sin micrófonos.

El dirigente de los Hermanos Musulmanes Saad Katatni dijo que "el comité podría mantener el lunes una reunión con responsables militares para analizar un posible cambio del régimen en Egipto". Katatni señaló que ese comité, integrado el ilegalizado grupo islámico y la llamada Asamblea Nacional por el Cambio, de carácter laico y que aglutina distintos movimientos opositores, quiere estudiar con el Ejército la salida de Mubarak del país, la formación de un Gobierno transitorio y la celebración de comicios libres.

Insuficientes las reformas

"Nuestro país se está desmoronando", dijo El Baradei en una entrevista con la cadena CNN, en la que consideró insuficientes los nombramientos del nuevo vicepresidente Oman Suleimán y del primer ministro Ahmed Shafiq. "Creo que este es un intento desesperado e inútil de Mubarak para seguir en el poder. Y creo que está claro para todos en Egipto que Mubarak tiene que abandonar hoy, y eso es innegociable para cada uno de los egipcios", subrayó.

El líder de la Asamblea Nacional para el Cambio aseguró que el país está entrando en un periodo de transición, por lo que requiere un Gobierno de unidad nacional que tome el relevo y convoque elecciones "libres y justas". "Egipto necesita ponerse al día con el resto del mundo. Necesitamos ser libres, democráticos, y una sociedad en la que la gente tenga el derecho de vivir con libertad y dignidad", dijo.

Preguntado por si estaría dispuesto a convertirse en presidente interino, el líder de la oposición respondió que si el pueblo de Egipto reclamara su liderazgo, "lo haría". El Baradei, cuyo trabajo como exdirector general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) le valió el Nobel de la Paz en 2005, llegó el pasado jueves al Cairo para sumarse a las protestas contra el Gobierno y fue retenido un día después por la Policía a la salida de una mezquita.

Control con aviones militares

El Ejército egipcio se prepara para intensificar la represión de la revuelta popular en Egipto. Aviones de combate de la Fuerza Aérea han sobrevolado repetidamente el centro de El Cairo por primera vez desde que estallaron las protestas contra el régimen de Hosni Mubarak. Unas 3.000 personas han desafiado el toque de queda, vigente desde las 16.00 horas de este domingo y hasta las 08.00 del lunes (una hora menos en la Península), y se han manifestado en la céntrica plaza Tahrir, epicentro de las protestas, para exigir la caída de Mubarak, en el poder desde 1981. Los manifestantes han podido acceder a la plaza tras ser cacheados por los militares. Una treintena de tanques rodeaban los accesos a la zona.

Durante cerca de media hora, por lo menos dos aviones de combate han pasado a baja altura sobre la plaza Tahrir. El sobrevuelo comenzó cuando miles de personas se dirigían hacia la plaza para manifestarse. Lejos de ser intimidados, los miles de manifestantes han empezado a corear lemas en los que decían no temer al Ejército e insistían en exigir la marcha del presidente.

Horas antes, el Ejército ha informado por megafonía a los manifestantes que el ministro de Interior saliente, Habib el Adly, está retenido en el ministerio y que el multimillonario Ahmed Ezz, uno de los dirigentes más importantes del partido del presidente, Hosni Mubarak, ha sido detenido en el aeropuerto de El Cairo cuanto intentaba salir del país.

Mientras, los Hermanos Musulmanes y el resto de fuerzas de la oposición han encargado al Nobel de la Paz y exlíder de la Agencia Internacional de la Energía Nuclear, Mohamed el Baradei, "negociar" con el régimen.

La policía, sospechosa de los saqueos

Los manifestantes quieren mantener viva la revuelta a pesar de que los episodios de saqueos que vive el país hicieron remitir el sábado la intensidad de las protestas. La pasada noche, ante la desaparición de la policía de las calles y el creciente clima de anarquía, los egipcios se organizaron en patrullas vecinales para evitar los saqueos. En muchos cruces se levantaron barricadas de seguridad, vigiladas por hombres jóvenes con palos y cuchillos que daban el alto a los intrusos y a los coches desconocidos. En las últimas horas crece en Egipto la sensación de que la policía está detrás de estos episodios de pillaje en un intento de desinflar las protestas.

Reunión de la cúpula militar

La televisión pública egipcia ha informado que Mubarak se ha reunido con la cúpula del Ejército para revisar la situación de seguridad en el país. En la reunión, en el Centro de Operaciones de las Fuerzas Armadas, también ha participado el vicepresidente, general Omar Suleimán, que el sábado fue designado para el cargo. La televisión ha mostrado imágenes en las que aparecen Mubarak y Suleimán, este último de civil, acompañados del ministro saliente de Defensa, general Husein Tantaui, y otros jefes militares.

Es la primera vez que se difunde información sobre una reunión de Mubarak con jefes militares desde que estallaron las protestas populares el pasado martes, que exigen la renuncia del presidente, en el poder desde 1981.