El jefe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Mohamed el Baradei, instó ayer al Consejo de Seguridad de la ONU a dar más poderes a esta agencia para prevenir la proliferación de la tecnología nuclear, en vez de recurrir a la habitual imposición de sanciones que, en su opinión, a menudo no funciona.

El Baradei hizo este llamamiento al inicio de la Conferencia General de la OEIA, que celebra en Viena su 53 reunión anual. El dirigente subrayó que este organismo no puede hacer su trabajo "de forma aislada", sino que depende del apoyo político del Consejo de Seguridad. "El Consejo necesita desarrollar un mecanismo" para hacer cumplir las normas "que no repose solo en las sanciones, que a menudo perjudican a los más vulnerables e inocentes", dijo, citando como ejemplos a Irak y Corea del Norte.

Las palabras de El Baradei estaban claramente referidas al caso de Irán, que el próximo mes reanudará las negociaciones con las potencias internacionales. Sin embargo, el delegado de EEUU en la conferencia, el secretario de Energía, Steven Chu, adoptó un tono mucho más duro y aseguró que los "parias nucleares" deben afrontar "graves consecuencias" en el Consejo de Seguridad, una clara alusión a las sanciones.

Irán presentó la semana pasada una serie de propuestas en las que se declaró dispuesta a discutir el desarme nuclear global y otras cuestiones internacionales, pero no su propio programa nuclear.

En la reunión, la OEIA confirmó por consenso la elección del japonés Yukiya Amano como futuro nuevo director, en sustitución de Mohamed el Baradei, cuyo cargo concluye el próximo 30 de noviembre.