El presidente de la nueva Comisión Europea, el conservador portugués José Manuel Durao Barroso, presentó ayer a los líderes de los 25 estados de la Unión Europea (UE) su nueva propuesta de Ejecutivo comunitario para los próximos cinco años. Barroso ha optado por limitar los cambios al mínimo, tras el veto del Parlamento Europeo a su primer equipo, debido a la negativa de Hungría a retirar a su candidato y la de Holanda y Dinamarca a aceptar un cambio de cartera.

A pesar del mantenimiento de tres comisarios cuestionados, Barroso obtuvo ayer el respaldo político de los dos principales grupos parlamentarios, el popular y el socialista, que inesperadamente han renunciado a sus anteriores exigencias y a los principios que defendían con tanto ardor hasta ahora.

SALIDA DE LA CRISIS El Consejo Europeo de otoño comenzó ayer con una nota de optimismo por el inicio rápido de la salida de la crisis institucional. Barroso explicó que los cambios de comisario se limitan a Italia y Letonia, y que el único cambio de cartera afecta a Hungría.

El ministro italiano de Asuntos Exteriores, el conservador Franco Frattini, sustituirá al polémico Rocco Buttiglione como uno de los vicepresidentes de la Comisión Europea, con la responsabilidad de Justicia, Libertad y Seguridad, la misma que tenía adjudicada Buttiglione. Barroso destacó que Frattini es un "experimentado político, que conoce a fondo las instituciones europeas".

MODIFICACION DE CARTERA El exministro letón y exembajador ante la UE, el liberal Andris Piebalgs, sustituirá a la euroescéptica Ingrida Udre, implicada en la financiación irregular de su partido. Piebalgs asumirá la cartera de Energía. Barroso señaló que la educación científica de Piebalgs le cualifica para esa responsabilidad. Esta cartera había sido adjudicada antes al socialista húngaro Laszlo Kovacs, pero suspendió su examen parlamentario por su flagrante desconocimiento de la materia.

EXPERIENCIA POLITICA Kovacs se responsabilizará de Impuestos y Aduanas, la cartera inicialmente destinada a Udre. Barroso aseguró que esa materia está más próxima a la experiencia política del futuo comisario húngaro (hasta ahora ministro de Asuntos Exteriores), lo que facilitará que supere su nuevo examen parlamentario.

Barroso decidió mantener a la controvertida liberal holandesa Neelie Kroes como comisaria de Competencia, a pesar de que sus vinculaciones con numerosas compañías internacionales plantean un grave conflicto de intereses, ya que será la responsable de autorizar o negar fusiones y adquisiciones de empresas, de vigilar los acuerdos ilegales entre las compañías y de aprobar las ayudas públicas a las empresas. Barroso también mantiene a la liberal danesa Mariann Fischer Boel como comisaria de Agricultura, a pesar de controlar explotaciones agrarias que se benefician de las ayudas europeas que concede su departamento.

Barroso reconoció que había transmitido las criticas de la Eurocámara a los candidatos holandés y húngaro, pero que los gobiernos de ambos países habían ratificado a sus candidatos, por lo que él se había plegado a ese diktat .

El nuevo presidente de la Comisión Europea insistió en que, cuando se produzca un conflicto de intereses en la actuación de Kroes, cederá la responsabilidad del expediente a otro comisario. Barroso prometió que Kroes también hará públicas todas sus anteriores vinculaciones empresariales, aunque la futura comisaria ocultó a la Eurocámara alguno de esos contratos, como el de Lockheed-Martin.

CLAUDICACION Barroso consiguió que los líderes del Partido Popular Europeo (PPE) aceptaran esos cambios mínimos, a pesar de que el pasado sábado exigían el cambio de cartera de Kroes y la sustitución de Kovacs. El líder del grupo socialista de la Eurocámara, Martin Schulz, anunció también que su grupo avalará al nuevo Ejecutivo comunitario, y se olvidó de sus anteriores exigencias de cambiar de cartera a las cuestionadas Kroes y Fischer Boel.