El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, desafió ayer a la mayoría del Parlamento Europeo al negarse a reajustar el reparto de responsabilidades en la nueva Comisión. Barroso anunció que mantenía las carteras previstas para los comisarios cuestionados, incluido el ultraconservador italiano Rocco Buttiglione (candidato a Justicia, Libertad y Seguridad), que se declaró contra la homosexualidad y las madres solteras y en favor del papel tradicional de la mujer.

Barroso sólo propuso al presidente de la Eurocámara, Josep Borrell, y a los presidentes de los grupos parlamentarios cambios cosméticos y una carta con vagas excusas de Buttiglione. Barroso centró su estrategia en apelar a la "responsabilidad europea" de la institución para no crear una crisis con el rechazo de toda la Comisión, aunque haya varios comisarios que no den la talla.

Como la Eurocámara carece del poder para rechazar individualmente a los comisarios y sólo puede aprobar o rechazar el conjunto del Ejecutivo, Barroso no ha cedido a las exigencias de la mayoría de grupos, confiando en que no se atreverán a dar el paso sin precedentes de vetar a todo su equipo.

LAS CONSECUENCIAS "¿Es razonable hacer caer una Comisión Europea porque hay dos o tres comisarios que no nos satisfacen?", argumentó Barroso. "Las consecuencias serían más negativas que cualquier otra solución. Los eurodiputados deben pensar en las consecuencias", recalcó el portugués.

Barroso anunció que asumirá la responsabilidad política directa en las cuestiones relacionadas con las libertades individuales y el respeto de los derechos fundamentales. Además, prometió que la labor de Buttiglione en esas materias estará tutelada por un grupo de cuatro comisarios.

El Grupo Popular (268 escaños) y la Unión de la Europa de las Naciones (27 escaños) fueron los únicos que prometieron el voto a favor de la ratificación de la Comisión Europea el 27 de octubre. Pero carecen de votos suficientes para asegurar la ratificación del Ejecutivo en el actual hemiciclo de 732 diputados.

DECEPCION Los socialistas (200 escaños), los liberales (88 escaños), los verdes (42), la izquierda europea (41) y el grupo Independencia y Democracia (37) se declararon "decepcionados" por la actitud de Barroso. Todos estos grupos ya han indicado que votarán en contra, salvo los liberales que fijarán su posición final el lunes.

El presidente de los socialistas, Martin Schulz, señaló que la carta de disculpas de Buttiglione "no es creíble". Schulz anunció que su grupo votará en contra de la Comisión Europea, si Barroso no introduce cambios significativos antes del miércoles.

El líder de los liberales, Graham Watson, recomendó a Buttiglione que renuncie a su puesto o que pida un cambio de cartera para resolver el conflicto, lo que rechazó el interesado.