Rousseau dijo sí a la formación de un Gobierno entre los antisistema y el progresista Partido Demócrata (PD). No se trata del filósofo y pedagogo del siglo XVIII, sino de una plataforma digital a través de la cual los inscritos al Movimiento 5 Estrellas (M5S) valoran, refrendan o rechazan las decisiones de los directivos del partido. Lo llaman la «democracia directa». En la votación participaron 80.000 de los 115.000 inscritos. El 79% de ellos dieron su visto bueno a avanzar en la formación de una mayoría parlamentaria con los progresistas. «Un ejemplo de ciudadanía universal para todo el mundo», comentó Roberto Casaleggio, gestor de la plataforma Rousseau.

Al presentar los resultados, Luigi di Maio, líder político del M5S, dijo que «el Gobierno que está por nacer deberá agradecerlo a los inscritos al partido que han sido implicados en la votación, incluso estando a 900 o miles de kilómetros, lejos de Roma».

Giusepe Conte, encargado de formar su segundo gobierno en menos de dos años, irá en las próximas horas a la Presidencia de República para aceptar formalmente el encargo que asumió «con reservas». En el encuentro con el jefe del Estado, Sergio Mattarella, especificará el programa de la nueva mayoría y, sobre todo, cribarán la lista de los candidatos a ministro que presentan los dos partidos. Mañana, el nuevo Ejecutivo podría jurar el cargo y el viernes presentarse a las Cámaras para el voto de confianza.

«El voto ha sido un plebiscito, nuestros 20 puntos están todos en el programa del próximo Gobierno», dijo Di Maio en referencia a los 20 temas que puso sobre la mesa para negociar con los progresistas. «Bien, ahora vamos a cambiar Italia», indicó Nicola Zingaretti, secretario del PD, que lleva dos semanas pidiendo un «Gobierno del cambio» respecto al anterior.

Entre Rousseau y el «me voy, no me voy» de Luigi Di Maio, líder del M5S y vicepresidente en el anterior Gabinete junto con Matteo Salvini, la formación ha estado cada día pendiente de un hilo. Di Maio quería seguir como vicepresidente, pero se han opuesto rotundamente los progresistas, por considerar que Conte ya es cercano a los M5S y que, por lo tanto, el Ejecutivo habría quedado desequilibrado. Di Maio ha cedido.

El líder del M5S ha vuelto a subrayar que «no somos de derechas ni de izquierdas, sino un partido que realiza las cosas justas que deben ser hechas». Después de haber silenciado casi totalmente la reciente alianza con la Liga de Matteo Salvini, Di Maio finalmente le criticó por su «irresponsabilidad» al provocar la crisis y por haber presentado repetidamente al gobierno recien dimitido «medidas fantasmagóricas».

Jacopo Fo, hijo del Nobel Dario Fo, manifestó su felicidad «por el autogol de Salvini», ministro de Interior todavía por pocas horas, que hasta el último día había intentado atraer a su partido a una parte de los antisistema.

Entre las medidas negociadas sobre el programa de Gobierno figuran el salario mínimo (por horas trabajadas) sin comprometer los convenios colectivos, la supresión de 345 parlamentarios (son 945) con la relativa adaptación de la ley electoral, la nueva congelación del IVA (23.000 millones) que prosigue desde 2011, la reducción de las tasas empresariales sobre los salarios y la subvención de las medidas medioambientales.