La BBC «ha jugado una parte en la derrota del laborismo en la elección». La acusación la lanzó ayer el responsable en transportes del Partido Laborista, Andy McDonald, desde los micrófonos de una de las cadenas de radio que estaba criticando. Pero para el Gobierno de Boris Johnson, la BBC es antitory y prepara contra ella un golpe bajo.

Conservadores y laboristas se consideran agraviados por la cobertura informativa de la campaña electoral de la red pública. Vencedores y vencidos sostienen que BBC ha tratado de favorecer al oponente. Los ataques contra sus periodistas y las acusaciones vitriólicas en Twitter son una constante. Johnson amenaza ahora con el asedio económico. Su plan es torpedear el sistema de financiación de una de las fuentes de información más fiables y rigurosas en el mundo.

Durante la campaña, Boris Johnson se negó a ser entrevistado por Andrew Neil, que había sometido a un torturador interrogatorio al resto de los candidatos, uno por uno. Neil recriminó públicamente la ausencia de Johnson. Aquello se tomó como una prueba del talante antitory de la corporación, al igual que la amplia cobertura del incidente con la foto del niño de cuatro años en el suelo del hospital que Johnson se negó a ver. Una de las primeras decisiones del flamante y poderoso primer ministro podría ser el acabar con el cánon de 154,40 libras al año (185,15 euros) que pagan anualmente los británicos para financiar la BBC como servicio público. De momento, esa contribución está asegurada hasta el 2027 y cualquier cambio de modelo requeriría la aprobación en el Parlamento. Pero Johnson estaría buscando despenalizar el hecho de no pagar esa licencia, ahora obligatoria. Los ánimos también están caldeados en el Labour. Jeremy Corbyn y los suyos también ven en la BBC al enemigo. La jefa de política de la cadena, Laura Kuenssberg, ha tenido que acudir con guardaespaldas a las últimas conferencias anuales del Partido Laborista. En las ruedas de prensa ella y otros colegas han sido abucheados por los militantes ante cualquier pregunta medianamente crítica.