El Banco Central Europeo (BCE) acordó ayer mantener el precio del dinero en el 1% --el menor nivel de su historia-- para apoyar los incipientes signos de recuperación de la zona euro, sobre la que aún persisten muchas incertidumbres, según manifestó el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet.

Tras la reunión que celebró el consejo de gobierno del BCE en Venecia --los encuentros se celebran dos veces al año fuera de la sede de Fráncfort--, Trichet dio a entender que la institución no tiene ninguna prisa por subir los tipos de interés mientras la recuperación no se afiance y siempre que no aparezcan repuntes en la inflación. El nivel actual de tipos es el "apropiado" para la situación económica, dijo Trichet con la expresión que habitualmente utiliza cuando quiere transmitir señales de estabilidad en la política monetaria.

ESTRATEGIAS DE SALIDA "Hemos salido del periodo de caída libre" de la economía --diagnosticó Trichet--, pero las incertidumbres no "han disminuido", añadió. La evolución de los precios en la zona euro --que es el indicador que guía las decisiones de política monetaria del BCE-- sigue en tasa negativa en la zona euro, y, aunque se prevén índices positivos de inflación a final del 2009, se estima que permanecerá en niveles muy bajos a lo largo del 2010. Los países de la zona euro pueden contar, pues, con un periodo relativamente largo de bajos tipos, pero Trichet advirtió de que es el momento de que los gobiernos adopten ya "estrategias de salida" y planes "ambiciosos y realistas" de corrección de sus cuentas públicas, aun en el caso de que las medidas de ajuste no puedan ponerse en práctica antes del 2011, para no entorpecer la recuperación.

Sobre la apreciación del euro frente al dólar, y las negativas consecuencias que de ello se desprenden para las exportaciones europeas, Trichet expresó su confianza en que el empeño del Gobierno de EEUU en tener "un dólar fuerte" acabe teniendo efectos y permita revertir la apreciación de la moneda única frente al billete verde.