Ante el alejamiento de la posibilidad de lograr un acuerdo para formar una mayoría gubernamental, Bélgica se prepara para mantener el funcionamiento del Estado a través de minipresupuestos mensuales.

El Gobierno en funciones, dirigido por el anterior primer ministro Yves Leterme, estudiará mañana un proyecto de ley para elaborar presupuestos mensuales provisionales, ante la imposibilidad de preparar un presupuesto anual normal por la ruptura de las negociaciones entre los partidos flamencos y francófonos sobre la reforma del Estado y la formación de un Gobierno.

Estos presupuestos asegurarán el pago de los salarios a los funcionarios y los gastos corrientes de la Administración, pero no permitirán la adopción de nuevas políticas para contener el gasto público.

El clima de pesimismo entre la población belga sobre el futuro del país es muy elevado. Un 60% de los encuestados por el diario francófono Le Soir considera que "el país va a morir" y que la comunidad francófona debe preparar un plan B sin Flandes. El 72% de los encuestados por el periódico está convencido de que el país seguirá sin Gobierno por Navidad.