El nuevo Gobierno belga acordó ayer la reforma de la polémica ley de "competencia universal" sobre los crímenes de guerra y contra la humanidad, en su primera reunión de trabajo. El primer ministro, Guy Verhosftadt, explicó que la reforma tiene como objetivo evitar los abusos que había provocado esta legislación, tras la presentación de denuncias contra el presidente norteamericano, George Bush, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, el primer ministro británico, Tony Blair, el vicepresidente de EEUU, Dick Cheney, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, y el general de las fuerzas anglo-norteamericanas en Irak, Tommy Franks.

EEUU había exigido la reforma radical de la ley el pasado mes de junio y había amenazado con trasladar la sede de la OTAN fuera de Bruselas si no se modificaba sustancialmente la controvertida ley.

La nueva versión de la ley será presentada en el plazo de una semana ante el Parlamento belga para que pueda ser votada antes del inicio de las vacaciones veraniegas.