La firma de un acuerdo de cooperación nuclear entre el presidente francés Nicolas Sarkozy y el líder libio Muamar Gadafi ha desatado una ola de indignación en Alemania. El pacto, destinado a reforzar la cooperación atómica y militar y que incluye la venta de un reactor nuclear a Libia con la cooperación de Francia, es inaceptable para los partidarios del Gobierno y de la oposición alemana.

"Irreverente", "nacionalista" o "primitivo" fueron algunos de los calificativos que dirigentes políticos alemanes dedicaron al presidente francés. El Ministerio de Exteriores francés intentó responder a las inquietudes alemanas y recordó que Libia renunció en el 2003 a cualquier programa de armas de destrucción masiva y se somete, de forma "totalmente satisfactoria", a los controles de la Agencia de Energía (AIEA).