Alemania aumentó ayer la presión sobre Turquía para conseguir la inmediata liberación del joven Marco Weiss, de 17 años, acusado ante el Tribunal de Antalya de la violación de una menor, Charlotte M., de 13 años y de nacionalidad británica. Por primera vez en siete meses, la cancillera, Angela Merkel, habló en público del asunto para afirmar que su Gobierno "hará lo que pueda" para ayudar al joven, y pidió al mismo tiempo "cautela" para evitar politizar el caso.

El joven fue detenido hace siete meses tras una denuncia por abuso sexual presentada por la madre de Charlotte. Según su versión, solo "hubo besos y caricias consentidas", pero la parte acusatoria señala que la niña fue penetrada. Según la defensa de Marco, un examen ginecológico confirmó que la chica sigue siendo virgen.