El primer ministro italiano y presidente de turno de la Unión Europea (UE), Silvio Berlusconi, ha admitido hoy, por primera vez, que las divisiones que existen entre los gobiernos de la UE respecto a la Constitución europea pone en peligro un acuerdo durante la presidencia italiana."Las próximas semanas nos dirán si es posible o no un acuerdo durante la presidencia italiana, porque no estamos dispuestos a avalar un compromiso a la baja", ha dicho Berlusconi en el Parlamento Europeo.El primer ministro italiano ha acudido hoy, por segunda vez, a la sede de la Eurocámara en Estrasburgo para explicar los resultados del Consejo Europeo que se celebró en Bruselas la pasada semana y la reunión de la Conferencia Intergubernamental (CIG).Convergencia de posturasBerlusconi ha destacado, al inicio de su intervención en el pleno, que "existe una amplia convergencia sobre la mayoría de las disposiciones acordadas en la Convención" que durante 16 meses redactó una propuesta de Constitución europea.Sin embargo, ha indicado que "subsisten reservas de algunos Estados en temas concretos" que podrían retrasar un acuerdo final.De esta forma se ha referido a las divergencias para modificar el sistema de votos en el Consejo de la UE (España y Polonia), la reforma de la Comisión Europea (países menos poblados y del Este) o la política exterior y de seguridad común (Gran Bretaña o Dinamarca)."La presidencia italiana considera que es esencial evaluar el proyecto de la Convención en su totalidad para así mantener el equilibrio institucional", ha señalado el primer ministro, quien ha insistido en que "las próximas semanas nos dirán si será posible o no un acuerdo durante la presidencia italiana" (segundo semestre 2003).Ha resaltado que no está dispuesto "a avalar un compromiso a la baja", y que la propuesta de compromiso que presentará en la segunda quincena de noviembre con la inclusión de nuevas ideas "apuntará a soluciones nobles para una Unión Europea capaz de decidir por ejemplo su política exterior común", para conseguir que Europa "sea un modelo a seguir en el mundo en el terreno de la seguridad, libertad y paz".El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, ha dicho por su parte que no está dispuesto a aceptar cambios en el sistema de votaciones en el Consejo, por el peligro a posibles bloqueos, y reiteró su oposición a reducir el número de comisarios.