Silvio Berlusconi ha afirmado que ha dimitido por "sentido de Estado y de responsabilidad" hacia Italia y ha anunciado que seguirá en política y que redoblará sus esfuerzos en el Parlamento y en las instituciones para renovar el país.

Berlusconi ha hecho estas manifestaciones en un mensaje grabado de televisión, en el que ha expresado su "tristeza" por los ataques e insultos que este sábado le dedicaron miles de italianos en Roma cuando se dirigía a presentar su dimisión ante el Jefe del Estado, Giorgio Napolitano. "He dimitido por sentido de responsabilidad y de Estado, para evitar un nuevo ataque de especulación financiera (hacia Italia) y sin que el Parlamento, jamás, me haya retirado la confianza", afirmó el dirigente conservador, de 76 años, en su mensaje.

En una carta enviada a Francesco Storace, secretario del partido La Destra, que ha sido leída en el curso del congreso nacional de la formación celebrado en Turín, Berlusconi ha reivindicado "con orgullo" la labor de su Gobierno en estos tres años y medio de legislatura, un día después de presentar su dimisión ante Napolitano.

"Permitidme que reivindique con orgullo todo lo que hemos logrado acometer en estos tres años y medio, marcados por una fuerte crisis internacional sin precedentes en la historia", ha dicho Berlusconi, según la carta que recogen los medios italianos. El dirigente se ha dirigido a Storace y su formación asegurando: "Comparto vuestro espíritu y espero retomar junto a vosotros el camino del Gobierno", aunque no ha dado más detalles sobre esa posible opción.

Il Cavaliere ha asegurado que su Gobierno trabajó "con la conciencia de que la mayoría querida por los electores (en los comicios del 2008) tenía el derecho y, sobre todo, la obligación de gobernar" y lamentó que "al final en el Parlamento prevaleció la lógica de los pequeños chantajes y del transformismo, que son el vicio más antiguo de la política italiana".

El político conservador ha señalado así que "el pecado original" de esta legislatura tuvo lugar con la marcha de su partido, Pueblo de la Libertad (PDL), de su exsocio Gianfranco Fini, en el verano del 2010, lo que "minó" el camino de la legislatura, y aludió además a las últimas bajas registradas en las filas de su formación.

La marcha por parte de algunos parlamentarias, que hicieron que perdiera la mayoría absoluta en una votación el pasado martes en la Cámara de los Diputados, le dejó con 308 escaños y le obligó a anunciar su intención de dimitir una vez aprobadas en el Parlamento las reformas exigidas por la UE a Italia.

Il Cavaliere denunció que existen personas que trabajan desde hace tiempo para que "el péndulo de la política italiana vuelva hacia atrás, a los tiempos en los que la voluntad de los electores era dirigida por las oligarquías de partido acostumbradas a gestionar, sin ninguna responsabilidad, la fuerza que los ciudadanos les entregaron en el momento del voto".

Berlusconi ha defendido la actuación de su Gobierno y los resultados obtenidos y ha asegurado que su compromiso es el de lograr que no se pierdan los "signos de modernidad" conquistados en estos años y que puedan consolidarse en un país que "ya está dando mucho en términos de rigor económico".

Ha señalado que Italia es un país que puede contar con sus empresas y con un fuerte ahorro privado de las familias, al tiempo que ha recordado que cuenta con una tasa de desempleo dos puntos por debajo de la media europea, así como con el mayor patrimonio artístico del mundo, entre otros.

Berlusconi presentó anoche su dimisión tras la aprobación definitiva en el Parlamento de la ley de presupuestos para el 2012, que contenía las medidas exigidas por la UE a Italia con el fin de calmar a los mercados, tal y como prometió el pasado martes.

Napolitano ha iniciado este domingo una ronda de consultas con las diferentes fuerzas políticas para la formación de un nuevo Gobierno técnico que, todo indica, estará liderado por el economista y excomisario europeo Mario Monti.