Roma Silvio Berlusconi desoyó ayer las protestas del Gobierno chino y dijo que "es un hecho históricamente incontrovertible" que en la China de Mao los niños eran cocidos para hacer con ellos abono para los campos. Se trataba de una "broma" documentada, aseguró el primer ministro italiano sobre el empleo de esta referencia histórica en un discurso. El mandatario se quejó del tratamiento dado al episodio por parte de la prensa, como mostró ayer con la portada de L´Unit (foto).