La Asociación Nacional de los Magistrados italianos (ANM) expresó ayer su "indignación" contra Silvio Berlusconi, que había criticado a las fiscalías que investigan crímenes mafiosos. La denuncia ha coincidido con la publicación en el Corriere della Sera de los interrogatorios de Giampaolo Tarantini, industrial que admite haber dado 30 chicas, algunas con prestaciones sexuales, para 18 fiestas organizadas por el primer ministro en su domicilio. Tarantini relata con detalle los encuentros y los nombres de las chicas que pasaban la noche en la casa, a cambio de 1.000 euros.

"La lucha contra la Mafia no puede tolerar operaciones de deslegitimación de los magistrados y de las fuerzas del orden", ha escrito la ANM. El martes, había dicho que sabía que las fiscalías de Milán y Palermo estaban volviendo a investigar los atentados realizados por Cosa Nostra en los 90, sobre los que él había sido investigado y excluido del sumario. "Nos atacan como toros enfurecidos, pero aquí hay un torero que no tiene miedo de nadie", dijo.