Once días después del incidente que costó la vida al agente de los servicios secretos italianos Nicola Calipari, víctima del fuego amigo de las tropas estadounidenses, el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, anunció ayer que Roma comenzará a retirar sus soldados de Irak a partir del próximo mes de septiembre.

Berlusconi hizo el inesperado anuncio en un programa de debates del Canal Uno de la televisión pública italiana, RAI. "En septiembre iniciaremos una progresiva reducción del número de soldados de Irak".

El mandatario precisó que la magnitud de esta reducción dependerá de la capacidad de las autoridades iraquís para "dotarse de estructuras de seguridad aceptables". El dirigente añadió, sin embargo, que esta "progresiva reducción" se habrá completado a final de año.

LA OPINION PUBLICA "Es lo que quiere nuestra opinión pública", afirmó sin ambages el primer ministro. Hasta ahora, el Gobierno italiano nunca había querido poner fecha a la retirada de las tropas de Irak. Berlusconi aseguró también que había hablado de la retirada con el primer ministro británico, Tony Blair.

A pesar de que el anuncio constituye una buena noticia para un país que ha sufrido 28 bajas en Irak (entre militares y civiles), la oposición progresista se irritó ayer al escuchar las palabras de Berlusconi. "Es curioso que el mismo día en que el Parlamento vota sobre la financiación de la misión italiana en Irak, el presidente del Gobierno anuncie la puesta en marcha de una retirada gradual de los soldados, no en la Cámara, sino en un programa de televisión", afirmó Piero Fassino, secretario de los Democráticos de la Izquierda.

"Se trata de un grave desaire, que confirma una vez más la absoluta falta de respeto del primer ministro por las instituciones", subrayó Fassino. El Parlamento había aprobado, horas antes, extender la misión en Irak por otros seis meses.

Estados Unidos, por su parte, relativizó la importancia de la decisión italiana y negó que hubiera ningún vínculo entre esta decisión y el incidente que costó la vida a Calipari, el pasado 4 de marzo, cuando conducía a la rehén recién liberada Giuliana Sgrena al aeropuerto de Bagdad. "Apreciamos la contribución de los italianos. Han servido y se han sacrificado con los iraquís y con los otros soldados de las fuerzas de la coalición", afirmó el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.

Cuando se le preguntó qué relación existía entre la retirada parcial italiana en septiembre y el tiroteó en el que murió Calipari, McClellan afirmó: "Ninguna, que yo sepa".

LARGA ENTREVISTA EN TV Durante la emisión televisiva en la que Berlusconi hizo el anuncio --que se desarrolla como una especie de larga entrevista, con adversarios y amigos del protagonista--, el dirigente italiano anunció también que volverá a presentarse en las elecciones generales del próximo año. "Me veré obligado a volver a ser candidato, porque hemos cumplido uno por uno todos los objetivos suscritos en el contrato con los italianos", afirmó. La referencia era a un gigantesco impreso, típico de los contratos, que Berlusconi sacó a relucir en la campaña electoral del 2001 y que firmó ante las cámaras del mismo programa de televisión. "Si no los cumplo, me retiraré de la política", prometió entonces.

LA INVESTIGACION Berlusconi aseguró también ayer que dentro de un mes hará públicas las conclusiones de la investigación conjunta entre Italia y los EEUU sobre el incidente en el que murió Calipari. El jefe del Gobierno y culpó a la periodista Giuliana Sgrena, del diario comunista Il Manifesto de haber facilitado su propio secuestro.

"La señora Sgrena se acercó a una mezquita y permaneció allí durante cuatro horas, lo que dio tiempo a quien quisiera organizar una operación de secuestro para hacerlo, como así sucedió", afirmó el mandatario.