El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, perdió ayer la última batalla para lograr que los candidatos de su partido por la provincia de Roma puedan concurrir a las próximas elecciones regionales de Lacio, región de la Italia central. Tras acudir sin éxito a todas las instancias posibles, ayer el Consejo de Estado, cuyo dictamen es definitivo, rechazó las listas del gobernante Pueblo de la Libertad.

El dictamen supone un duro revés para el primer ministro y una victoria para la oposición, que ayer volvió a salir a las calles de varias ciudades para protestar contra lo que consideran "deriva antidemocrática" de Berlusconi.

Las candidaturas del partido gobernante fueron excluidas de las elecciones porque fueron presentadas fuera de plazo, 45 minutos tarde. El Gobierno promulgó entonces de urgencia un polémico decreto ley con el que intentó lograr la readmisión de la lista de su partido. La promulgación del decreto, el 5 de marzo, fue lo que sacó ayer a la calle a los partidos de la oposición.

Los líderes de centroizquierda reunieron en Roma a unas 200.000 personas, según los organizadores. "Esta es la fiesta de la alternativa", dijo a los manifestantes Pier Luigi Bersani, secretario del Partido Democrático, que acusó a Berlusconi de "ocuparse de sí mismo y de los suyos, sin hacer su oficio". "Hay que liberar al país del corruptor, déspota y nuevo Nerón", gritó, por su lado, Antonio Di Pietro, máximo dirigente del partido Italia de los Valores (IdV). En las pancartas se leía Basta con el telefascismo y Se vende República .

CENSURA EN TELEVISION Pero además del revés que supone la decisión del Consejo de Estado, a Berlusconi se le ha abierto otro frente. La fiscalía de Trani, sur de Italia, investiga al primer ministro por haber presuntamente presionado a la Autoridad para las Comunicaciones y Tutela de los Consumidores (AGICOM) para que suprimiese algunos programas de la televisión pública (RAI) hostiles a su persona.

Según reveló el viernes el diario Il Fatto Quotidiano, la investigación sobre una queja contra la compañía American Express (Amex) ha llevado al fiscal del caso, Michelle Ruggero, hasta Berlusconi. El fiscal empezó hace dos años a investigar las presiones que supuestamente Amex ejerció contra la RAI y Mediaset para que minimizaran la denuncia de "tasas usureras" interpuesta por un usuario de la tarjeta de crédito. Las grabaciones de unos teléfonos pinchados durante las diligencias muestran, según el rotativo, como Berlusconi presionó --en lo que se ha convertido en un caso paralelo al de Amex-- al director de AGICOM, Giancarlo Innocanzi, al director general de la RAI, Mauro Masi, y del telenoticias de la RAI-1, Augusto Minzolini, para suprimir algunos programas televisivos, principalmente Annozero , conocido por ser crítico con el jefe del Gobierno.