Con una voz casi rota por el cansancio, Ingrid Betancourt quiso ayer ponerse delante de un micrófono para agradecer a la "familia española" el aliento que ha sentido durante los seis años de cautiverio. La exrehén de las FARC y el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, se reunieron durante media hora en la Embajada de España en París, aprovechando la presencia del jefe del Ejecutivo en la cumbre euromediterránea.

Betancourt agradeció el esfuerzo diplomático que España, Suiza y Francia hicieron para lograr la liberación de los secuestrados. "Fue lindo sentir el apoyo de Zapatero y de todo el país en aquellos duros momentos y también es lindo que hayan estado con nosotros en estos momentos de felicidad", declaró.

INVITACION El jefe del Ejecutivo invitó a la política a visitar España para "ver el cariño que se le tiene y la esperanza que representa para los que sufren y ansían la libertad", y le regaló varias cosas. Sabiendo que una de las pocas alegrías durante los años de secuestro se las llevó con el fútbol, Zapatero le dio una camiseta de la selección y otra que Zidane lució el sábado, en un partido conmemorativo que disputó con Francia. Además, le entregó El libro de la vida , de Santa Teresa, y la Divina Comedia , ilustrada por Miquel Barceló.

Preguntada sobre los réditos electorales que el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, puede lograr de su liberación, Betancourt dijo que le parecía "justo". "A Dios lo que es de Dios, al César lo que es del César".