Benazir Bhutto desafía al presidente de Pakistán, Pervez Musharraf. La exprimera ministra y máxima dirigente del Partido Popular de Pakistán llamó ayer a los ciudadanos a manifestarse masivamente contra la imposición del estado de excepción, pese al acuerdo al que había llegado hace pocos días con el jefe del Estado para repartirse el poder, pacto que le permitió regresar al país tras ocho años de exilio. Sin ambages ni medias tintas, Butto condenó la deriva autoritaria de Musharraf: "El general Musharraf debería restaurar la Constitución, dimitir de su puesto de jefe de las Fuerzas Armadas y anunciar la celebración de elecciones".

Bhutto convocó a sus seguidores a celebrar una gran marcha de protesta el próximo día 13 entre Lahore, la principal ciudad del este del país, e Islamabad, la capital. Se trata de un giro de 180 grados respecto a la actitud de contención mostrada hasta ahora por la histórica dirigente paquistaní. La policía se apresuró a anunciar que reprimiría y dispersaría la manifestación.

Bhutto endureció el tono tras verse con otros pequeños partidos políticos, en una reunión en la que estuvieron ausentes las principales fuerzas opositoras.