El ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton (1992-2000) recomendó hoy al Gobierno mexicano diseñar su propio "Plan México" contra el narcotráfico, sin subordinaciones y sin que el mismo represente una intromisión externa de EEUU. "Por supuesto que me gustaría ver un 'Plan México'. Estados Unidos lo ha planteado más de una vez pero la cultura política de feroz sentido de independencia (en México) lo dificulta", expuso el ex mandatario en una conferencia magistral ofrecida hoy en la Universidad del Valle de México, en la capital del país.

Clinton, considerado un político aliado y cercano a México durante su mandato, insistió en que la iniciativa antidrogas podría parecerse al "Plan Colombia" que, a su juicio, funcionó bien frente a los poderosos traficantes de cocaína de ese país sudamericano. Agregó que EEUU no sólo debe impulsar esta idea, sino que además asegurarse de que "no haya ningún ciudadano mexicano que piense que nosotros estamos interviniendo en sus asuntos, o que estemos tratando de determinar el futuro de su país".

Para el político demócrata, en todo caso un hipotético "Plan México" debería surgir de un trabajo "conjunto" con México como premisa. Clinton expresó su admiración por el actual presidente de México, Felipe Calderón, y su política de lucha por combatir de manera frontal la delincuencia organizada.

No obstante, matizó que la participación del Ejército mexicano en estas tareas no es el camino que él prefiere. "Si hay un 'Plan México' no puede estar concentrado completamente en el éxito de la confrontación militar que se está teniendo. Tampoco estoy en contra (...) pero lo que yo he observado es que es virtualmente imposible en cualquier parte del mundo que acabemos con todos los enemigos", agregó. Para el ex presidente de EEUU lo que es imprescindible en todo caso es contar con "un plan integral que vaya más allá de la ayuda a México para que se defienda".

Al referirse al tema migratorio, consideró necesario que, de manera bilateral, se encuentre una solución ante el incremento de inmigrantes indocumentados mexicanos en EEUU. Entre varios factores, tras este éxodo, consideró que la violencia que hay en la frontera de México con EEUU podría ser uno de ellos. También Clinton se mostró contrario a la ley que la gobernadora republicana del estado de Arizona (EEUU), Jan Brewer, promulgó ayer, que plantea que toda persona bajo "sospecha razonable" de no tener papeles pueda ser detenida e interrogada por la policía de su Estado.

No obstante, el político demócrata reconoció que la cuestión migratoria "no se va a solucionar de manera perfecta". Finalmente, y también en su intervención, habló de cuestiones que tienen que ver con el medio ambiente, y planteó tanto a México como a su país el reto de elevar el uso de la energía solar porque, además de ser bueno para el medio ambiente, "nos puede ir bien en creación de empleos".

En el acto, reconoció que el cuidado de la naturaleza no sólo es responsabilidad de los gobiernos sino también de las empresas privadas y organizaciones civiles como la Fundación que el preside, que en unos meses comenzará a trabajar en la recuperación de Haití. Finalmente Clinton comentó algunas cuestiones personales, entre ellas su gusto por la lectura y el que le produjo la de obras como "Cien años de soledad", del Nobel de Literatura de 1982, el colombiano Gabriel García Márquez.