"La historia me juzgará". Con esta sentencia, el primer ministro británico, Tony Blair, subrayó ayer, en una entrevista con The Guardian, su intención de ir a la guerra contra Irak, a pesar del mayoritario rechazo de la opinión pública británica y de la rebelión de 122 parlamentarios laboristas en la Cámara de los Comunes. Blair llegó a comparar a los que se oponen al conflicto en el Golfo con aquéllos que buscaban un arreglo diplomático con el dictador Adolf Hitler poco antes de la segunda guerra mundial.

"En una situación como ésta tienes que hacer lo que crees que es correcto. Es el precio a pagar por tener responsabilidad. Nunca he reclamado el monopolio de la razón, pero en este trabajo he aprendido que siempre debes de tratar de hacer lo que creas adecuado" afirmó Blair.

DOLOROSO PARALELISMO

El premier trazó un doloroso paralelismo entre quienes pedían llegar a un acuerdo pacífico con la Alemania nazi en 1936 y quienes exigen ahora llegar a un compromiso con Irak: "Cuando la gente decide no enfrentarse al fascismo, están haciendo lo que es popular. Alegaban buenas razones y se trataba de buena gente, pero tomaron la decisión equivocada", subrayó.

En la entrevista realizada durante el vuelo que le llevó el pasado jueves a Madrid, el primer ministro aún dice confiar en una segunda resolución de la ONU, pero no considera que se pueda alcanzar ningún acuerdo de última hora con Sadam.