El Reino Unido amenazó ayer a Irán con cambiar de táctica si Teherán no libera a los 15 militares de la Marina Real que mantiene detenidos desde el viernes. El primer ministro, Tony Blair, endureció el tono al advertir de que, tras los esfuerzos diplomáticos realizados hasta ahora, el incidente puede entrar "en una fase diferente". Unas declaraciones calificadas de "provocadoras" por el Gobierno iraní.

"Lo que intentamos es proseguir las discusiones a través de los canales diplomáticos y hacer entender al Gobierno iraní que estas personas deben ser liberadas y que no hay justificación alguna para su detención", declaró Blair. Si no se logra, "esto va a encaminarse hacia una fase diferente", añadió, sin precisar.

Blair puede estar pensando en hacer públicos los detalles de la captura, que hasta ahora se están dirimiendo en privado, en los contactos establecidos con los iranís. Londres asegura tener pruebas que demuestran que el grupo de militares estaba en aguas iraquís cuando fue apresado, y que fueron los iranís quienes entraron en las aguas territoriales del país vecino.

"Hasta ahora no hemos sido más explícitos sobre por qué lo sabemos que los barcos estaban en aguas iraquís porque no queremos una escalada" de la crisis, señaló un portavoz de Blair. "Queremos que la gente, y en particular la comunidad internacional, no tenga dudas de que estamos en lo correcto en este caso", añadió la misma fuente, que insistió en que el Gobierno trata de momento de resolver la situación "discretamente".

TONO DESAFIANTE La respuesta de Teherán no se hizo esperar y mantuvo el tono desafiante: "Las campañas mediáticas y las declaraciones provocadoras no ayudan en nada a resolver este asunto", afirmó Mohamed Alí Hoseini, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní.

Mientras, la jefa de la diplomacia británica, Margaret Beckett, decidió acortar la visita oficial que estaba realizando a Turquía para estar a partir de hoy en Londres, donde es posible que informe al Parlamento de la marcha de las negociaciones. "Primero, seguimos pidiendo no solo un regreso seguro, sino rápido. Segundo, seguimos tratando de que se permita el acceso consular a nuestros diplomáticos", señaló Beckett desde Ankara. "Si los militares hubieran sido detenidos en circunstancias razonables, no habría razón alguna para que no tengan contacto con la gente del Gobierno británico", añadió la ministra.