El exprimer ministro Tony Blair declarara en la investigación sobre la participación británica en la guerra de Irak, que empezó ayer en Londres. Los resultados de la polémica intervención militar no se conocerán hasta el próximo año, una vez celebradas las elecciones generales previstas para junio. "La investigación no es un tribunal y nadie será procesado. Pero quiero que quede claro que la comisión no renunciará a su derecho a la crítica", explicó ayer el responsable de los trabajos, Sir John Chilcot.

"Si descubrimos que se han cometido errores, que hay problemas que podrían haberse tratado de otra manera más apropiada, lo diremos claramente", subrayó Chilcot.

La investigación abarcará el periodo de verano del año 2001 a finales de este mes de julio. Chilcot, un alto funcionario que ya participó en la Butler Inquiery , la investigación sobre la supuesta presencia de armas de destrucción masiva en Irak, no ha aclarado qué audiencias se celebrarán públicamente, incluso serán televisadas y difundidas por internet, y cuáles serán a puerta cerrada. Esto hace dudar de la transparencia de los trabajos a la organización Stop The War, que lideró la oposición a la guerra.