El primer ministro británico, Tony Blair, dijo ayer que "las próximas 48 horas serán cruciales" para resolver diplomáticamente la crisis con Irán y lograr la liberación de los 15 soldados detenidos. Horas después, la ministra de Asuntos Exteriores, Margaret Beckett, recomendó "prudencia" y "no dar por supuesto que se vaya a producir una solución rápida".

Blair habló de un plazo de dos días y dijo que su Gobierno "no está buscando el enfrentamiento" y que lo más importante es que los detenidos vuelvan "sanos y salvos" a casa. En alusión al Gobierno iraní, añadió: "Si ellos quieren resolver la crisis diplomáticamente, la puerta está abierta". Por su parte, el vicepresidente iraní, Parviz Daoudi, se mostró confiado en una "próxima" solución aunque recordó a Londres que debe reconocer que sus militares han violado sus aguas territoriales.

Las declaraciones de Blair no se interpretaron como un plazo impuesto a Irán, sino como la posibilidad de que, en las próximas 48 horas, Londres anuncie un gesto que podría ser definitivo. Se especula con el envío de una delegación británica a Teherán para discutir la localización de los soldados al ser detenidos, una de las propuestas de los negociadores iranís.

REVISAR LAS FRONTERAS Algunos analistas señalan que la resolución del conflicto puede encontrarse en reconocer a Irán el derecho a revisar sus fronteras marítimas con Irak, trazadas en un acuerdo de 1975 que no ha sido actualizado desde entonces.

Irán volvió a difundir ayer fotos de los marinos detenidos, en las que se les ve sin el uniforme militar, mientras charlan o juegan al ajedrez. Y mientras Londres hace esfuerzos para no subir el tono del enfrentamiento, el presidente de EEUU, George Bush, insistió ayer en no hacer concesiones a Irán.