El Partido Laborista británico fue anoche el ganador en las elecciones generales celebradas en el Reino Unido. Después de ocho años en el poder, la formación de Tony Blair obtuvo un histórico tercer mandato por mayoría absoluta, pero sufrió grandes pérdidas tanto en el número de escaños como en el porcentaje de votos, sin duda a consecuencia de la oposición ciudadana a la guerra de Irak.

El sondeo de la BBC --realizado por Mori y NOP entre 13.000 adultos en 320 colegios electorales--, divulgado al cierre de los colegios electorales a las once de la noche (hora española), daba a los laboristas un 37% de votos, los conservadores se mantenían en el 33%, y los liberaldemócratas ascendían al 22%. Comparados por los resultados del 2001, el partido de Blair perdía un 5% de los votos, los conservadores quedaban igual y los liberales subían un 3%.

Traducidos a escaños, los datos del sondeo indicaban que los laboristas tendrían en el parlamento 356 diputados, en torno a 60 diputados menos, los conservadores 209, es decir 44 diputados más y los liberales 53, habiendo aumentado sólo un diputado. Estas previsiones, de confirmarse, indicarían que la guerra de Irak ha terminado pasando una significativa factura a Blair por su impopular decisión de participar en la guerra de Irak.

PRESION PARA EL RELEVO La pérdida de en torno a 60 escaños aumentaría la presión para acelerar su relevo como líder y el traspaso de poderes a su posible sucesor, el ministro de Finanzas Gordon Brown. El viceprimer ministro John Prescott salió anoche al paso de las conclusiones negativas del sondeo. "Tengo mis dudas de que (la mayoría) sea tan baja, como ustedes están sugiriendo", dijo a los periodistas de la BBC. La elección habría venido a demostrar también el estancamiento de los conservadores, incapaces de atraer nuevos votantes o de beneficiarse de las dificultades de Blair. No es sin embargo probable que Michael Howard vaya a tener problemas inmediatos para mantenerse al frente del partido, pero sus dotes personales y la estrategia de su campaña han quedado cuestionadas.

Los liberales esperaban mucho más, habían soñado con una subida de 20 escaños y los resultados también son decepcionantes para Charles Kennedy. Al cierre de esta edición aún no se había dado a conocer el nivel de participación, que el 2001 fue del 59%. La posible abstención de muchos laboristas era otro elemento que podía recortar la mayoría del primer ministro. Dando ejemplo, Blair fue ayer el primer líder en votar y lo en Trimdom Colliery, en su circunscripción de Sedgefield al norte de Inglaterra. El líder laborista acudió a pie al colegio electoral con su esposa Cherie y sus dos hijos mayores, Euan y Nicky, que votaban por primera vez en unas elecciones generales.

El jefe de los liberal demócratas Charles Kennedy y su mujer Sarah votaron en la circunscripción de Fort William, en Escocia. Michael Howard el hombre fuerte de los conservadores, esperó hasta la tarde para acercarse con a votar con su esposa Sandra y su hija Larissa en el distrito de Folkestone & Hythe, en la costa sur inglesa.