El jefe de los inspectores de desarme de la ONU, Hans Blix, volvió ayer a entrar en escena con una dura arremetida contra EEUU, país al que acusó de haber pretendido desacreditar su trabajo en Irak con el propósito de convencer a la opinión pública de la necesidad de la guerra. Blix hizo estas declaraciones horas antes de comparecer ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que celebró una reunión a puerta cerrada consagrada a discutir del retorno de los inspectores del desarme a Irak.

En declaraciones a la cadena pública británica BBC, Blix denunció que en su obsesión por persuadir al Consejo de Seguridad, la Casa Blanca filtró información falsa para desacreditarle. "La desinformación fue casi tan grande como la información", dijo el jefe de los inspectores: "Me disgusté y me dolió. Pero este es un juego difícil y duro", añadió.

INVESTIGACION OBJETIVA

Pero a pesar de esa campaña en su contra y del anuncio hecho por Washington de enviar a sus propios inspectores a Irak, Blix fue más moderado ante el Consejo de Seguridad y se mostró confiado en poder reanudar su trabajo, cuando las condiciones de seguridad lo permitan. El retorno de los inspectores de la ONU --apuntó Blix-- "depende de consideraciones de seguridad en Irak, pero estas mismas consideraciones deberían aplicarse a los esfuerzos estadounidenses" en su búsqueda de armamento prohibido.

El presidente de la Comisión de Control, Inspección y Verificación del desarme de Irak (Unmovic) declaró que la credibilidad de este órgano se debe a que es una comisión de inspección "objetiva e independiente". Blix recordó que el objetivo de la Unmovic era llevar a cabo "una verificación independiente que no estuviera supeditada a ningún gobierno". "Espero que el Consejo quiera persistir en esa actitud", subrayó.

También el director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Mohamed el Baradei, salió al paso de la intención estadounidense de enviar a sus propios inspectores de desarme a Irak y en su informe semestral, dejó claro que sólo el organismo que preside puede verificar legalmente el desarme nuclear iraquí. El Baradei recordó que sus inspectores no encontraron en Irak ninguna "prueba o indicación plausible" de una reanudación del programa nuclear iraquí, pero subrayó que "eso no significa que la AIEA haya acabado sus investigaciones".

Las consultas celebradas ayer en el Consejo de Seguridad supusieron el primer intercambio de opiniones entre sus miembros sobre el futuro de las inspecciones de desarme después de la guerra, un asunto estrechamente relacionado con el fin de las sanciones que pesan sobre Irak. Un país fue rotundo: Rusia, que en boca de su embajador, Sergueï Lavrov, señaló que la "única manera" de verificar que en Irak no hay armas de destrucción masiva es con el regreso de los inspectores.