En vísperas de una crucial visita a Bagdad, el jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, consideró que el interrogatorio realizado la noche del jueves a un científico iraquí sin la presencia de una autoridad de Bagdad puede ser una señal de que Irak se esfuerza en colaborar. No lo ve así el presidente de EEUU, George Bush, quien acusó a Sadam Husein de tomarse "las exigencias como una broma".

Al interrogatorio de Sinan Abdul Hassan, especialista en investigación biológica, siguieron ayer tres entrevistas privadas con otros tres "expertos", señaló Bagdad.

"Parece que Irak hace esfuerzos", subrayó Blix en Viena, desde donde viajará hoy a Bagdad junto al director general de la Agencia de Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Mohamed el Baradei, una visita que ambos responsables consideraron "crucial" de cara al informe que presentarán el próximo viernes. "Confiamos en ver muchos más indicios de colaboración", subrayó Blix.

MAS PRESION

Pero Bush no está dispuesto a dar tregua y ayer aumentó de nuevo la presión sobre el Consejo de Seguridad. "El Consejo tiene que decidir pronto si sus palabras significan algo", subrayó por segunda vez en menos de 24 horas, dando muestras de impaciencia ante la cerrada oposición a sus planes.

El presidente no tuvo éxito en las conversaciones telefónicas que mantuvo con sus homólogos francés y chino, Jacques Chirac y Jiang Zemin, para atraerlos a sus posiciones de fuerza. Ambos mandatarios, cuyos gobiernos tienen derecho de veto en el Consejo de Seguridad, se mantuvieron firmes en que las inspecciones de la ONU deben continuar.

Fuentes diplomáticas explicaron ayer que Londres se encargará de presentar un proyecto de resolución que autorice el uso de la fuerza, pero después del 14 de febrero, cuando Blix y El Baradei deben presentar su segundo informe. El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, subrayó que una segunda resolución debe ser "seria, eficaz y aceptable".

Mientras, el fiscal general de EEUU, John Ashcroft, anunció ayer la entrada en vigor de la alerta naranja, segundo grado mayor de alerta antiterrorista, ante los "datos específicos de inteligencia" que apuntan a posibles ataques contra su territorio o sus intereses en el extranjero de Al Qaeda.