El jefe de los inspectores del desarme de las Naciones Unidas, Hans Blix, reforzó ayer la posición del bloque pacifista del Consejo de Seguridad al calificar de "desarme real" la destrucción de los misiles Al Samud 2 que Irak anunció que comenzará hoy. En opinón del diplomático sueco, esta decisión tomada por Bagdad "es muy significativa" ya que, constató, "hay muchos misiles de ese tipo, junto a muchas otras piezas que van con ellos y que nosotros hemos inventariado".

Aunque el jueves se hizo público que en su nuevo informe Blix juzga "muy limitada" hasta ahora la cooperación iraquí para el desarme, el veterano diplomático advirtió ayer de que tal juicio puede variar y subrayó: "A medida que la situación cambia, mi informe cambia". Blix explicó que sus informes al Consejo no son más que "fotos instantáneas de la situación". En consecuencia, el cumplimiento iraquí de la orden de destruir los misiles ilegales, por exceder los 150 kilómetros de alcance autorizado por la ONU, podría afectar al informe que Blix entregará hoy al Consejo de Seguridad.

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No obstante, el jefe de los inspectores no bajó la guardia ante Sadam Husein y matizó también que aún aguarda la clarificación por Bagdad de los detalles concretos sobre la destrucción de los misiles. A tal fin, su delegado, Demetrius Perricos, se encontraba ayer en la capital iraquí para discutir con el régimen de Sadam los pasos a dar para ejecutar la eliminación de unos 220 misiles Al Samud 2, prometida "en principio" por Irak el jueves, en una carta enviada por el general Amer Al Saadi, asesor del presidente iraquí, a Hans Blix.

En Washington el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer descalificó la destrucción de los misiles como prueba del desarme iraquí, bajo el argumento de que es sólo "un poco de desarme" y no el desarme "total, inmediato y completo" que exige la resolución 1441 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Además, recordó que el presidente George Bush "ya predijo que Sadam destruiría los misiles, como parte de su campaña de engaños".

"Las acciones iraquís no son mas que propaganda", arremetió el portavoz presidencial. A la pregunta de que nada de lo que hace Irak para cumplir las órdenes de la ONU satisface a la Administración estadounidense, Fleischer recalcó que "los misiles no son más que parte de los temas pendientes, porque los iraquís no han clarificado qué ha pasado con el ántrax, con el botulismo".

"Desarmaremos a Irak ahora", prometió por su parte el presidente norteamericano, George Bush, en una entrevista concedida al diario USAToday en la que también resaltó que "si Sadam Husein hubiera tenido alguna intención de desarmarse, lo hubiera hecho". En su campaña para preparar a la opinión publica de cara a la intervención armada, Bush volvió a esgrimir la amenaza del terrorismo y reiteró que Estados Unidos "sigue siendo campo de batalla" de una guerra en la que su Gobierno tiene que "hacer frente a un dictador que puede servir de arsenal o de campo de entrenamiento para las redes terroristas". Tal belicismo está deprimiendo notablemente la economía de Estados Unidos, algo que ha provocado que las perspectivas de reelección de Bush cayeran por debajo del 50%, según señalaba también ayer el USA Today .