Con todos los votos escrutados en las elecciones generales celebradas en Israel el 2 de marzo, el Likud, partido líder de la derecha, encabezado por el primer ministro en funciones, Binyamin Netanyahu, y las formaciones religiosas y ultraderecha que lo apoyan, ha obtenido 58 escaños. El mínimo necesario para formar una coalición de gobierno es de 61 en una Kneset (Parlamento israelí) de 120, así que al Likud, que consiguió 36 escaños, le faltarían tres para poder formar un Ejecutivo.

Su principal rival, la coalición de centro-derecha Azul y Blanco, liderada por el exjefe del Estado mayor, Benny Gantz, logró 33 asientos a los que puede sumar los 7 de la alianza de partidos de centro-izquierda Laboristas-Gesher-Meretz y, quizá, los 7 del ultraderechista laico Israel Nuestro Hogar. Su líder, el exministro de Defensa Avigdor Lieberman, parece inclinarse por respaldar a Gantz, aunque éste dependa del apoyo de la Lista Conjunta, integrada por partidos esencialmente árabes.

La Lista Conjunta ha obtenido 15 diputados y es la tercera fuerza en la Kneset gracias a la gran afluencia a las urnas de los palestinos de Israel. No obstante, de estos 15 parece que solo 12 estarían dispuestos a respaldar a Gantz para que el presidente de Israel, Reuven Rivlin, le pida formar gobierno.

POLÍTICA SEMEJANTE / En total, el bloque de Azul y Blanco tendría el apoyo de 59 diputados y podría intentar formar gobierno antes que el Likud. Pero es casi imposible que lo logre porque la Lista Conjunta nunca entraría en un ejecutivo de Azul y Blanco, una coalición que no dista de Netanyahu en su política respecto a los palestinos de Israel y a los de los territorios ocupados.

Gantz está a favor de anexionar a Israel parte del territorio palestino ocupado de Cisjordania, no contempla dividir Jerusalén, ni le temblaría el pulso para lanzar una ofensiva sobre Gaza.

MOVIENDO HILOS / Pero Lieberman está moviendo los hilos para desbancar a Netanyahu. Ya ha anunciado que apoya la propuesta de ley lanzada por Azul y Blanco para que pueda impedirse que un diputado imputado por delitos forme gobierno. Una propuesta dirigida a evitar que Binyamin Netanyahu vuelva a ser primer ministro.

Tras una reunión de partido, Israel Nuestro Hogar emitió un comunicado el jueves en el que explicó que había decidido «avanzar con la promoción de dos leyes: la primera limitará los mandatos de un primer ministro a dos. La segunda impedirá que un diputado imputado pueda formar ejecutivo».

Netanyahu ha servido cuatro mandatos y está imputado por fraude, cohecho y abuso de confianza por tres casos de corrupción. Su juicio empieza el 17 de marzo. Según la ley actual, puede seguir siendo primer ministro mientras dure el juicio.

«Ahora esperamos pacientemente y las cosas avanzarán. Una está clara: No dejaremos que Netanyahu vaya a unas cuartas elecciones. Nuestro objetivo es establecer un gobierno lo más rápido posible y mandar a Netanyahu a su jubilación», dijo Lieberman. «Incluso hay miembros del Likud en la Kneset que me dicen: ‘Bien por haber dado este paso’. Quieren ver a Netanyahu acabar su mandato y dejar (la residencia del primer ministro) en (la calle) Balfour», añadió Lieberman.

Si Azul y Blanco, Laboristas-Gesher-Meretz, la Lista Conjunta en su totalidad e Israel Nuestro Hogar apoyan estas leyes, se aprobarían con el voto de 62 diputados. El interés es hacerlo lo antes posible para echar a Netanyahu, que los ha acusado de intentar desafiar el voto de millones de personas.

El consejero legal de la Kneset, Eyal Yinon, señaló el miércoles que no se puede aprobar ninguna ley hasta que se forme el nuevo Parlamento, que será el próximo 16 de marzo.