Después de 18 horas de deliberaciones y con el voto de más de dos tercios de los presentes, el Congreso boliviano modificó ayer casi 100 de los 411 artículos de la Constitución. Se selló así el "acuerdo histórico" entre el Gobierno y parte de la oposición de derechas que evitó el tan temido abismo político. Cada uno hizo sus concesiones. El presidente, Evo Morales, renunció por ahora a la posibilidad de ser reelegido hasta el 2019. A cambio, tendrá finalmente la Carta Magna con la que promete "refundar" el país más pobre de la región.

Miles de campesinos realizaron una prolongada vigilia a las puertas del Congreso. Les acompañó el propio presidente en su condición de "afiliado" a la Central Obrera Boliviana (COB) y al Consejo de Ayllus y Markas del Qollasuyu (Conamaq) y como "vecino" de Orinoca, la comunidad de Oruro donde nació. "Vamos a seguir aguantando, un poco de paciencia, nos vamos a ir con la ley para aprobar la Constitución", les dijo Morales a los manifestantes, que empezaban a perder la calma en la mañana del martes. "Yo, como ustedes, me pasé ayer sin comer todo el día, y luego sin dormir, pero venceremos", prometió.

La multitud había llegado de distintas partes de Bolivia. Vinieron marchando a lo largo de los días, dispuestos a no regresar a sus casas hasta que se votara afirmativamente. "El pueblo no les va a dar gusto a estos rateros y maleantes con sus chantajes. Si no sacan la ley, nos quedamos para cerrar el Congreso", gritó Leonilda Zurita, miembro de la Federación Nacional de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa. Se temió lo peor.

Pocas horas después, la tensión se disipaba: el Congreso había aprobado los cambios constitucionales, dando luz verde al referendo, el 25 de enero. Ese día, los bolivianos deberán responder a dos preguntas en la misma papeleta. Se les consultará si prefieren que el límite de la tenencia de tierras sea de 5.000 hectáreas o de 10.000 y, además, si están de acuerdo con la nueva Carta Magna.

ALEGRIA EN LA OEA La Organización de Estados Americanos (OEA) celebró lo ocurrido. "Este es un triunfo de todos", dijo su emisario Raúl Lagos, quien, junto a enviados de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), participó activamente en el proceso de acercamiento entre las partes, iniciado hace un mes.

Jorge Quiroga, el líder del Poder Democrático Social (Podemos), el principal partido de derechas, aseguró que ahora sí la Constitución garantiza el respeto a la propiedad privada y la libertad de expresión. Pero 56 de sus 157 congresistas, en especial los de las regiones autonomistas, le dieron la espalda al acuerdo. "El tema de las competencias de las autonomías no fue definido plenamente", dijo el cruceño Pablo Klinsky. "Se pretendió matar a la autonomía. No lo lograron, pero la debilitan", apuntó el diario regional El Mundo , que prometió pelea.

El Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales se comprometió a que el presidente, si es reelegido en el 2009, solo podrá gobernar hasta el 2014. Algunos analistas creen que es apenas una concesión de coyuntura y presumen que tras las próximas elecciones generales, dentro de más de un año, su partido tendrá la mayoría en ambas cámaras y volverá a cambiar las reglas. Otros piensan que eso no será tolerado por la comunidad regional, que le respaldó en la crisis de septiembre.