"Anoche han venido los vecinos y han querido sacar el cajón y botarlo afuera de mi casa, han venido con palos, he tenido que rogar para que lo entierren ahora, pero no hay solución". El miedo a la contaminación por los cuerpos sin sepultura se instaló en Cochabamba, a 378 kilómetros de La Paz, en momentos que el covid-19 amenaza con desbordar no solo a los cementerios sino a la estructura sanitaria de Bolivia. El testimonio del familiar de un difunto en una de las principales ciudades de ese país se ha sumado a otros con un tono similar de desesperación. De acuerdo con el diario Los Tiempos de Cochabamba, el cuerpo de Cristóbal Huanca Mendoza, de 55 años, ha sido velado en las puertas de la necrópolis y a la espera de que se autorice su cremación. Red Uno informó que la Asociación de Funerarias se declaró en emergencia por la acumulación de cadáveres. "Van en aumento cada día y el horno crematorio del Cementerio General llegó a su límite () Nosotros atendemos al menos 30 a 40 cuerpos", dijo en nombre de esas empresas su directivo Franklin Zegarra.

Con los 1201 casos positivos de este miércoles, Bolivia está cerca de los 35.000 enfermos de coronavirus, según cifras del Gobierno de facto que la oposición observa con sospecha. La tendencia creciente de las infecciones genera una creciente inquietud. Los decesos ascienden a 1200. El ministerio de Salud contabilizó que en las últimas 24 horas perdieron la vida 52 personas en todo el país. Pero la percepción general es que las víctimas exceden ese número. "No es posible que tengamos 60 cadáveres, gente que tiene cadáveres en sus casas, gente muriendo en las calles todo por negligencia de dos autoridades que no quieren reunirse y cumplir sus funciones", se quejó el presidente de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC), Javier Bellott, y pidió la dimisión de la gobernadora de esa región, Esther Soria. Los trabajadores del Cementerio General se declararon en emergencia y exigieron a las autoridades sanitarias que les realicen pruebas rápidas de coronavirus tras el fallecimiento de uno de sus compañeros.

LA SITUACIÓN EN LOS HOSPITALES

En tanto, los hospitales están al borde del colapso, carecen de los insumos, personal y equipamiento necesarios. El diario El Deber de Santa Cruz, la región más rica de Bolivia, reportó que Willma C. falleció a los 43 años con síntomas de covid-19 después de peregrinar sin suerte por varios centros de salud. Le dijeron que "no había espacio" y sus familiares temieron lo peor. "Nadie quiso recibir a mi madre el lunes, por eso la traje de nuevo a la casa", dijo uno de sus 11 hijos. Ellos la despidieron entre sollozos. El esposo debió endeudarse para comprar el féretro.

Contra las advertencias de los sanitaristas, el ministro de Obras Públicas, Iván Arias, rechazó que los hospitales estatales no se encuentren en condiciones de enfrentar esta etapa de la pandemia. Aseguró que el sistema está lejos de ser rebasado. "La gente se confunde. Dice que siente temperatura o un dolor y reclama ser atendida", se quejó y pidió a los ciudadanos que "no se desesperen". También le solicitó a las clínicas privadas que dejen de "hacer negocios" con el coronavirus.

El Movimiento al Socialismo (MAS), el partido del depuesto presidente Evo Morales, ha aprobado en la cámara de diputados un proyecto en la cámara de diputados que obliga al sector de la salud privada a atender a enfermos de covid-19 si los establecimientos públicos se encuentran imposibilitados. La iniciativa pasó al Senado, donde el MAS tiene mayoría. Pero se espera que la presidenta interina Janine Áñez vete la ley en caso de aprobarse.