Jair Bolsonaro hizo saber ayer su fastidio por la decisión del Tribunal Supremo de permitir a Lula da Silva abandonar la cárcel de Curitiba. «Amantes de la libertad y del bien somos la mayoría. No podemos cometer errores. Sin un norte y un comando, incluso la mejor tropa se convierte en una banda que dispara hacia todas partes, incluidos amigos. No le demos municiones al canalla, que está momentáneamente libre pero acusado de culpa», dijo el presidente.

De acuerdo con el diario Folha, el primer discurso de Lula fuera de su celda, en el que hizo patente su deseo de recuperar su protagonismo, muestra que «Brasil tiene al fin un líder de la oposición digno de ese nombre». Las primeras palabras del capitán retirado dan cuenta de este reacomodamiento de fuerzas.

Lula sabe que su situación es precaria y que debe recuperar sus derechos políticos si quiere ser candidato en el 2022. Para eso buscará anular las causas en su contra. «Soy un caballero muy joven. Tengo 74 años desde un punto de vista biológico, pero tengo 20 o 30 años», afirmó ayer tras agradecer nuevamente la solidaridad de los brasileños y distintos líderes mundiales.