Avalado por Donald Trump, Jair Bolsonaro exigió ayer a Emmanuel Macron disculpas personales para pasar página del incidente diplomático entre Brasil y Francia derivado de los incendios en la Amazonía. «En primer lugar tiene que retractarse por los insultos hacia mi persona. Me llamó mentiroso», dijo el presidente. Los analistas entendieron que se escudaba en la Casa Blanca. «Primero que retire (sus opiniones), después que ofrezca, y entonces yo respondo», insistió. El Gobierno de ultraderecha aseguró que no tiene la intención de aceptar los 18 millones de euros que el G-7 decidió aportar para combatir los 80.626 focos a lo largo y ancho del gigante sudamericano.

La «firmeza» de Bolsonaro se contradice con la predisposición al diálogo con la UE que expresó el viernes por la noche. Entre una y otra intervención llegó el «completo apoyo» de EEUU. Trump consideró que su colega brasileño «trabaja muy duro» para combatir las llamas que tienen un origen común en la deforestación.

La tensión franco-brasileña se inició cuando Macron cuestionó el compromiso de Brasil con la lucha por la preservación de la biodiversidad, al punto de poner en duda la adhesión de París al acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur. Bolsonaro luego tuvo gestos ofensivos en Facebook hacia la primera dama francesa, Brigitte Macron.