Jair Bolsonaro ya se siente el primer presidente de la ultraderecha de Brasil. Al menos eso indica la primera encuesta del Instituto Ibope a 12 días de la segunda vuelta. El candidato del Partido Social Liberal (PSL) obtendría el 59% de los votos, frente al 41% del progresista Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT). Si se tomaran en cuenta los votos en blanco y nulos, el militar en la reserva alcanza el 52%, contra 37% de Haddad. El margen de error de la encuesta de Ibope es de dos puntos porcentuales.

Según la consultora, el rechazo de Haddad es a estas alturas de la contienda superior al de Bolsonaro: 47% de los brasileños afirma que no lo votaría nunca, mientras que el 35% rechaza a su contrincante. Días atrás, otra empresa encuestadora, Datafolha, había hecho una predicción similar sobre el ascenso imparable de Bolsonaro al adjudicarle el 58% de los votos. Para el politólogo Jairo Pimentel, la ultraderecha vencería aunque Haddad consiguiera revertir la totalidad de blancos, nulos e indecisos.

Las perspectivas de Haddad se oscurecen con el paso de los días. De nada le ha servido evitar el color rojo del PT en su camisa, ir a misa, prometer moderación económica o tender puentes a fuerzas moderadas o de centroizquierda.