Equipos de bomberos chinos sellaron ayer con toneladas de lodo la fuga que provocó una fuerte explosión en el yacimiento de gas natural de Chuandongbei, en el suroeste de China, y que se cobró la vida de 191 personas. El accidente, que creó una zona muerta de 25 kilómetros cuadrados, afectó a más de 10.000 personas. Los equipos de emergencia localizaron en las últimas horas a un millar de personas con vida que estaban escondidas en sus casas.

Un total de 80 técnicos ataviados con trajes ignífugos y botellas de oxígeno bombearon cerca de 500 metros cúbicos de barro en la entrada del yacimiento de gas de Chuandongbei, situado 337 kilómetros al norte de la localidad de Chongqing. El fuerte viento de la zona mejoró la calidad del aire y las autoridades dieron por acabada la búsqueda de supervivientes.