La campaña del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea ha entrado en último día con una actividad frenética de sus máximos dirigentes: últimos actos políticos, últimos selfis, últimos kilómetros a lo largo y ancho del país para convencer a los votantes de que este jueves tienen en sus manos una decisión histórica. Con las encuestas muy reñidas, ambas partes confían en que el alto número de indecisos -las encuestas los sitúan en torno al 10%- decante finalmente la balanza.

Y en estas horas decisivas, la apelación a los sentimientos de los británicos ha ganado a batalla. El exalcade de Londres Boris Johnson, que encabeza la campaña oficial a favor de salir de la UE, ha subrayado en una visita a un mercado de pescado de Londres que el país está en vísperas de “algo extraordinario”. “Si mañana votamos a favor de salir de la UE, será el el día de la independencia”.

El primer ministro, David Cameron, ha ofrecido una entrevista a la BBC en la que insistido en los riesgos que supone para el país la salida de la Unión Europea -de los que advierten las grandes instituciones financieras internacionales- y ha pedido a los británicos que voten pensando en el futuro de sus hijos y sus familias. Cameron también ha dejado claro que aunque el jueves gane en las urnas la opción de la salida, no tiene intención de dimitir como primer ministro y que será él quien lidere la negociación para la salida de la UE.