La Administración es consciente de que, pese a los avances contra el vertido, hablar de una solución está aún a muchos meses de distancia. En una ronda de entrevistas, el almirante Thad Allen, colocado por Obama al frente de la respuesta gubernamental al vertido, habló cautamente. "Nadie puede estar satisfecho mientras haya crudo en el agua. No queremos dar esperanzas que no estén justificadas. Necesitamos menos promesas y más logros".

Tanto él como el consejero delegado de BP, Tony Hayward, presentaron los nuevos cálculos de cuántos litros de crudo y gas están consiguiendo canalizar a la superficie. Si el sábado se estimó que la campana colocada en la boca del pozo había logrado recoger durante sus primeras 24 horas 6.000 de los entre 12.000 y 19.000 barriles que se calcula que se fugan cada día, ayer elevaron la cifra de petróleo rescatado a un total de 10.000 barriles.