El enviado especial de Naciones Unidad y la Liga Árabe a Siria, Lajdar Brahimi, seguirá en el cargo al menos hasta final de 2013, según ha informado este jueves el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Martin Nesirky.

En una rueda de prensa, Nesirky ha anunciado que el contrato de Brahimi, el de su 'número dos', Nasser al Kidwa; y el del jefe de la oficina del enviado especial en Damasco, Mojtar Lamani; han sido renovados hasta final de este año.

Brahimi ya desmintió el pasado mes de enero los rumores sobre su inminente dimisión ante la imposibilidad de conseguir un acuerdo entre las partes o al menos un alto el fuego, como ya hizo su antecesor en el cargo, Kofi Annan.

"No soy un cobarde. Naciones Unidas no tiene otra opción que seguir comprometida con este problema, tanto si estoy yo como si no. Cuando sienta que soy totalmente inútil, no seguiré ni un minuto más", aclaró a la prensa internacional.

Brahimi llegó al cargo el pasado mes de septiembre, cuando el ex secretario general de la ONU renunció ante el incumplimiento de su propuesta de plan de paz, sobre todo del alto el fuego, y el bloqueo en el Consejo de Seguridad.

Hasta ahora, el órgano ejecutivo de la ONU ha debatido tres resoluciones para condenar la violencia del Gobierno de Bashar al Assad contra la población civil y para imponer sanciones a sus responsables, que han sido vetadas por China y Rusia, aliados de Siria.

Naciones Unidas calcula que desde marzo de 2011, cuando comenzó el levantamiento popular contra el Gobierno de Al Assad, unas 70.000 personas han muerto a causa de los combates entre las fuerzas gubernamentales y rebeldes.

El Gobierno atribuye gran parte de las víctimas a los grupos terroristas que actúan en el país árabe --según ha denunciado insistentemente-- con la financiación y el apoyo material de Arabia Saudí, Qatar y Turquía, entre otros.