La presión de la industria europea puede ser clave para destrabar la negociación entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) y superar las diferencias en el área agrícola, dijo hoy a Efe el secretario de Comercio Exterior de Brasil, Welber Barral.

Si bien las discusiones entre la UE y el Mercosur para un amplio acuerdo comercial han sido reanudadas este mes, tras un paréntesis de casi seis años, Barral admitió que todavía persisten dificultades por las diferencias entre ambos bloques en el apartado agrícola.

"No hay grandes cambios en relación a seis años atrás y el tema aún es la agricultura", dijo Barral en una entrevista con Efe, en la que apuntó que la "diferencia" está hoy en que el sector industrial europeo, espoleado por la crisis que comenzó en Grecia, "ve que la posibilidad de expandir sus negocios está en América Latina".

Según Barral, la oportunidad para un acuerdo del Mercosur con la UE radica en que "la crisis genera reacciones proteccionistas (sobre todo en el área agrícola), pero también alguna presión de sectores, como el industrial, que quieren una mayor apertura de mercados".

Ese asunto fue tratado este miércoles en Brasilia, durante la IV Cumbre Brasil-UE, ya que se celebró paralelamente un encuentro de empresarios de ambas partes.

"Los industriales (europeos) dijeron que quieren el acuerdo", pero aún así se enfrentan a la resistencia de sectores agrícolas, que temen al impacto que puede representar la alta competitividad de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay en ese capítulo, dijo Barral.

El funcionario minimizó además las demandas de la UE sobre las trabas que Argentina impuso a productos del sector agroalimentario y afirmó que en realidad "no ha habido ninguna medida concreta", sino sólo algunos problemas puntuales, que han afectado incluso a Brasil, y que ya han sido solucionados.

"Se generó una discusión muy grande, pero nuestra impresión es de que algunos negociadores europeos usan eso como un pretexto para no avanzar en las negociaciones", declaró Barral.

En su opinión, si los industriales europeos realmente quieren el acuerdo con el Mercosur, "se tienen que movilizar, porque quien hace más ruido ahora son los sectores proteccionistas" vinculados a la agricultura del bloque comunitario.

Barral subrayó que muchos países de la UE, como España, Alemania o el Reino Unido, "quieren el acuerdo", pero encuentran presiones en Francia, Irlanda y otras naciones que pretenden mantener o expandir el "proteccionismo" en el sector agrícola.

"La pieza de la resistencia es Francia", consideró Barral, quien se dijo convencido de que si el sector agrícola galo se convence de las posibilidades que abrirá la negociación con el Mercosur "será todo más fácil".

En esa posición contraria de Francia incidió este miércoles el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien se trazó la meta de "ablandar el corazón de los franceses" durante el segundo semestre de este año, cuando Brasil ejercerá la presidencia rotativa del Mercosur.

"Sé del peso que tienen los agricultores franceses", pero "será necesario convencerles de lo que puede ofrecer para todos un acuerdo con el Mercosur", dijo Lula en la IV Cumbre Brasil-UE.

Lula destacó la sólida relación personal que ha entablado con el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, y aseguró que apelará a ella para "convencer" a los productores agrícolas franceses que se oponen a la reanudación de las negociaciones entre la UE y el Mercosur.