Generalmente discreta, Brigitte Macron hace este viernes algo parecido a un balance de sus tres años en el Elíseo y un poco de precampaña con mensajes sobre el futuro, el pasado y el presente que dan pie a múltiples lecturas.

"El futuro con Emmanuel no es preocupante. Es un hombre sólido, muy tranquilizador y muy amable. Tenemos mucha suerte", dice en una entrevista a la emisora France Info en la que deja clara su oposición a reescribir la historia y derribar estatuas que evocan el pasado colonial de Francia como se ha visto durante la reciente ola de protestas contra el racismo.

"El pasado forma parte de lo que somos. Dice algo de nosotros, incluso si hay algo que no nos gusta. Está ahí, así que hay que aceptar la historia", argumenta la esposa del presidente francés, reacia a ser catalogada como 'primera dama' y convencida de que su paso por el palacio presidencial no la ha cambiado.

"Tengo el mismo carácter, soy una mujer muy libre", sostiene. Brigitte Macron asume que su rol conlleva deberes hacia los franceses que intenta cumplir lo mejor posible, aunque no siempre lo consiga. "No digo que lo haga siempre bien, pero lo hago de corazón. Si ha habido fallos les pido perdón", señala.

INFLUIR EN EL PRESIDENTE

En la entrevista se le pregunta si nota a veces su influencia en las decisiones del presidente, a lo que ella responde que "sería completamente pretencioso". "Hay personas de su entorno de las que comparto plenamente sus ideas. Pero no están ahí gracias a mí, contrariamente a lo que se ha dicho", subraya.

Profesora de francés, en su momento se dijo que había sido ella quien había sugerido el nombre de Jean Michel Blanquer para ocupar el Ministerio de Educación y, según la revista 'Gala', Brigitte Macron ha sido una de las beneficiada de la reciente remodelación gubernamental.

"La primera dama, en el punto de mira de numerosos ministros, los ha visto dejar su puesto en el Gobierno uno a uno", apunta 'Gala'. Sin embargo, Brigitte Macron cree que hay demasiadas fantasías, especialmente en las redes sociales.

"Hablamos todo el tiempo, nos vemos mucho. Vivimos aquí, trabajamos aquí, nos comunicamos mucho. Pero, evidentemente, jamás me permito darle un consejo", zanja refiriéndose al presidente.