La diputada conservadora Cherly Gillan ha prometido devolver el dinero de la comida para el perro, que había cargado a los contribuyentes. El perro no come mucho, al parecer. La factura publicada por el diario Daily Telegraph apenas alcanza los 5 euros, pero es otro botón de muestra de la vergonzosa ligereza con que los parlamentarios británicos han estado reclamando un sinfín de gastos.

Gillan, responsable tory para Gales, afirma que el recibo se coló por error y pidió perdón. También pidieron ayer perdón el primer ministro, Gordon Brown, y el jefe de la oposición y líder conservador, David Cameron, arrastrados por el escándalo que está arruinando la reputación del Parlamento.

PERDON "Quiero pedir disculpas en nombre de los políticos, en nombre de todos los partidos, por lo que está pasando en los últimos días", declaró Brown en una visita a una escuela de enfermeras en el norte de Londres. "Nuestra profesión, como la vuestra, se basa en la confianza. Ese es nuestro bien más preciado" y debe ser restaurada "inmediatamente", afirmó.

Por cuarto día consecutivo, el Daily Telegraph publicó nombres y peticiones de reembolso realizadas por los parlamentarios. Si hasta ahora las revelaciones solo habían alcanzado a los laboristas, esta vez fue el turno de los conservadores. Así, se supo que Alan Duncan, portavoz de los tories en la Cámara de los Comunes, pidió 4.480 euros por los arreglos de jardinería realizados a lo largo de tres años en su casa.

El también millonario Oliver Letwin, figura de peso en el partido, reclamó la reparación de una cañería bajo su pista de tenis. Andrew Lansley, encargado de asuntos de Sanidad, renovó su casa con dinero público, antes de venderla. Michael Gove, a cargo de los temas de Educación, gastó 7.500 euros en cinco meses en muebles para una vivienda en Londres y exigió 14.000 euros en cargas fiscales por la compra de una propiedad.

LA CULPA, DEL SISTEMA El diario sostiene que las facturas de las principales figuras del partido, incluidos Cameron, el responsable de economía, George Osborne, y el de asuntos exteriores, William Hague, no contienen reclamaciones escandalosas. Cameron reconoció sin embargo que las revelaciones están haciendo mucho daño a la reputación del Parlamento y culpó al defectuoso sistema vigente, como habían hecho los laboristas en días anteriores. Más tarde, Cameron trató de transformar la crisis en un tanto a su favor, proponiéndose como el líder del partido "que puede cambiar las cosas", porque "la gente que está viendo todo esto está harta".

Los políticos de todos los partidos intentan aplacar la furia de los ciudadanos. Michael Martin, portavoz de la Cámara de los Comunes, propuso ayer llevar a cabo "cambios importantes", en los reembolsos, que serán revisados en el futuro por una comisión independiente.