Cuando se cumplen dos años de los atentados que costaron 52 vidas inocentes en el 7-J y una semana después de la frustrada intentona terrorista, Londres acoge en sus calles, bajo estrecha vigilancia, a centenares de miles de personas. Las fuerzas de seguridad han preparado un gran dispositivo especial para garantizar la protección en varios acontecimientos multitudinarios que se dan cita este fin de semana en la capital británica.

El primer ministro, Gordon Brown, reconoció ayer que la tarea es extremadamente complicada y preparó a los británicos para afrontar un verano de intensas medidas de seguridad. "En lugares muy concurridos y en aeropuertos, la gente habrá de aceptar que haya unas medidas de seguridad más intensas. Tenemos que evitar la posibilidad, y eso es algo muy difícil, de que la gente use estos lugares concurridos para provocar explosiones", afirmó Brown en una entrevista a la BBC.

RETRASOS AEREOS El jefe del Gobierno advirtió de severos retrasos a lo largo del verano en los aeropuertos debido a la intensificación de la seguridad.

La etapa prólogo del Tour de Francia se adueñará hoy del centro de Londres, con aficionados llegados de todo el mundo dispuestos a disfrutar con el espectáculo. El domingo, el Tour se despedirá de los londinenses desde Tower Bridge, camino de Canterbury. Hoy también, en el nuevo estadio de Wembley, con capacidad para 90.000 personas, se celebrará una parte del concierto planetario Live Earth, sobre el cambio climático y sus temibles consecuencias. Por si faltaba algo, en el circuito de Silverstone, este fin de semana se disputa el gran Premio de Gran Bretaña, sin olvidar la competición tenística de Wimbledon.

"Tenemos que encontrar un equilibrio entre las medidas de seguridad y el respeto al espíritu del Tour, que es un acontecimiento abierto y gratuito", dijo el comisario Ian Chappell, quien ha debido introducir cambios de última hora en los planes de protección a los ciudadanos.

EL PAIS MAS VIGILADO El nivel de alerta en el Reino Unido, donde cuatro millones de cámaras le convierten en el país más vigilado del mundo, se rebajó esta semana de máximo a severo. Los investigadores creen que han capturado a todos los miembros del grupo que participó en los atentados fallidos de Londres y Glasgow. "Estamos llegando a la raíz de esta célula que ha sido responsable de lo que ha pasado. Las autoridades han actuado rápidamente", afirmó Brown. Uno de los detenidos, el médico iraquí Bilal Abdula, fue el primero en ser acusado formalmente ayer de los ataques.

Las autoridades han optado por evitar hoy grandes conmemoraciones en recuerdo de los atentados del 7-J. Una de cada cuatro víctimas de los ataques no ha recibido aún, a pesar del tiempo que ha pasado, la indemnización correspondiente.