Después de una tensa y larga discusión, la Comisión Europea cedió ayer ante Francia en la polémica sobre las expulsiones de gitanos búlgaros y rumanos iniciadas este verano. El Ejecutivo comunitario aceptó las "garantías al más alto nivel político" ofrecidas por el Gobierno francés de que no hubo un trato discriminatorio y de que se respetó el derecho europeo.

La Comisión Europea renunció de este modo a abrir el expediente por discriminación contra una minoría étnica que había anunciado la comisaria de Justicia, Viviane Reding, en la polémica conferencia de prensa del 14 de septiembre, cuando realizó un paralelismo entre las deportaciones nazis y las expulsiones de gitanos franceses.

El Ejecutivo comunitario ni siquiera abrió un expediente contra Francia por su adaptación incompleta de la directiva sobre libre circulación de ciudadanos dentro de la Unión Europea (UE). Prefirió dejar de plazo a París hasta el 15 de octubre para que comunique su plan para corregir las insuficiencias detectadas en materia de recursos judiciales contra las expulsiones, antes de adoptar esa medida.

La Comisión Europea se ocul- tó tras una larga y engorrosa declaración institucional para disimular su cambio radical de posición tras la contundente reacción del presidente francés, Nicolas Sarkozy, ante las amenazas de expediente contra su país. El presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, negó que se hubiera cedido ante Francia y aseguró que el texto aprobado por "unanimidad" había sido propuesto por la propia Reding.

EXIGENCIAS DE SARKOZY "Los estados miembros de la UE son responsables y tienen el derecho a tomar las medidas para asegurar el respeto del orden público y de la seguridad pública en su territorio", reconoce la Comisión Europea en su declaración institucional, en la línea de las exigencias formuladas por Sarkozy durante la cumbre europea del 16 de septiembre.

"La Comisión Europea ha tomado nota de las seguridades aportadas por Francia al más alto nivel político el 22 de septiembre sobre el hecho de que las medidas tomadas por las autoridades francesas desde este verano no han tenido como objetivo o como efecto apuntar a una minoría étnica específica, sino que han tratado a todos los ciudadanos de la UE de la misma manera", indica la declaración.

"La circular del 5 de agosto, que no era conforme a esta orientación, ha sido anulada y sustituida por otra circular adoptada el 13 de septiembre. Las autoridades francesas aseguran una aplicación efectiva y no discriminatoria del derecho de la UE", añade el texto.

Ante las denuncias de que otros países, como Luxemburgo, de donde procede la comisaria Viviane Reding, mantienen leyes restrictivas contra los gitanos, la Comisión Europea anunció que analizará la correcta aplicación de la directiva de libre circulación de ciudadanos de la UE en todos los países y aseguró que expedientará a aquellos estados que la subviertan.