El problema de las 2.700 toneladas de basura que se acumulan en las calles de Nápoles y su provincia está ya en los tribunales. La Comisión Europea denunció ayer a Italia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) por la pasividad del Gobierno en resolver una crisis que estalló en los alrededores de Navidad con la interrupción del servicio de recogida. La acumulación de desperdicios es una grave amenaza para la salud, sobre todo por la llegada del calor.

El buen tiempo ha agravado la situación y los habitantes de Nápoles, capital de Campania, han empezado a quemar montañas de desperdicios, con el riesgo de emisión de dioxinas al aire a causa de la combustión. Mientras, las autoridades ultiman la organización de equipos médicos para afrontar las urgencias sanitarias que el verano traerá consigo. Cien facultativos, que a final de mes aumentarán hasta 250, alertarán a Sanidad, vía internet, del aumento de patologías, como ictericias, gastroenteritis y dermatitis.

Al formular su denuncia ante el Tribunal Europeo de Justicia, el comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, confirió poca credibilidad al plan de gestión de residuos adoptado en diciembre y recordó que hace 10 años ya se adoptó otro plan sin que se haya llegado a aplicar. "Campania está lejos de haber puesto en funcionamiento un sistema de gestión eficaz que incluya la recogida, el tratamiento y la eliminación de basuras", criticó la Comisión Europea.

SIN CALENDARIO "Las autoridades italianas ni siquiera han sido capaces de presentar un calendario preciso para la construcción y funcionamiento de centros de selección, descarga, incineradores y otras infraestructuras requeridas", lamentó Dimas. "Las montañas de basuras abandonadas en las calles de Campania son una ilustración espectacular de la amenaza que representan para la salud y el medio ambiente la inadecuada gestión de los residuos", insistió el comisario.

El Ejecutivo comunitario abrió, además, otro expediente contra Italia ya que la región de Lazio, a la que pertenece Roma, tampoco ha adoptado planes de gestión de residuos.

La crisis de las basuras será uno de los primeros retos que deberá afrontar Silvio Berlusconi, quien posiblemente recibirá esta semana el encargo de formar Gobierno por parte del presidente, Giorgio Napolitano. En la campaña electoral, Berlusconi prometió "resolver de una vez" una crisis que se repite periódicamente desde hace 15 años. De momento, el mandato del comisario del Gobierno para la crisis, Gianni di Gennaro, ha sido prorrogado hasta el próximo 26.

Dos semanas después de ser nombrado, el pasado 8 de enero, Di Gennaro presentó un proyecto global para poner fin a la emergencia, proyecto que fue criticado, reformulado y finalmente aprobado. "Tenemos autonomía hasta el 5 de julio", advirtió Di Gennaro, que en estos meses ha logrado que se almacenen en lugares protegidos 745.000 toneladas de basuras, unas 7.200 toneladas por día.

La solución que baraja el comisario es una cantera abandonada, capaz de almacenar dos años de basuras, tiempo necesario para que entren en funcionamiento varias incineradoras en la región, cuya construcción está en parte está paralizada por recursos ante la magistratura.

La Camorra (mafia local) se ha lucrado durante décadas con el negocio de las basuras. La zona de la cantera elegida por Di Gennaro está siendo vigilada por gente que ha levantado barricadas e impide el paso de los autobuses. Las autoridades temen una nueva ola de guerrilla urbana, como el pasado verano.