La Comisión Europea amonestó ayer a Turquía, pero se abstuvo de recomendar la suspensión de las negociaciones de adhesión a la Unión Europea (UE), como deseaban las fuerzas conservadoras. El comisario europeo responsable de la Ampliación, Olli Rehn, logró que se concediera un plazo de un mes para solucionar el veto turco a los barcos y aviones de Chipre.

El esperado informe de la Comisión Europea sobre la preparación de Turquía reconoce que el Gobierno "ha continuado las reformas políticas, aunque el ritmo ha sido más lento durante el último año". La Comisión Europea estima que "son necesarios esfuerzos adicionales, en particular en la libertad de expresión", así como "en los derechos de las comunidades religiosas no musulmanas, los derechos de la mujer, los derechos sindicales y el control civil de los militares".