Samantha Lewthwaite lleva un año en paradero desconocido. Militante islamista y viuda de un terrorista suicida, las autoridades de Kenia lanzaron contra ella una orden de busca y captura por su presunta complicidad en una campaña de atentados contra establecimientos turísticos en la costa de Mombasa. Esas mismas autoridades sospechan ahora que esta inglesa de 29 años, madre de tres hijos, puede ser uno de los miembros del comando terrorista que ha llevado a cabo la matanza del fin de semana en el centro comercial más importante de Nairobi.

"Hay una mujer británica. Ha hecho esto muchas veces", declaró ayer la ministra de Exteriores de Kenia, Amina Mohamed, que habló también de "dos o tres" americanos entre los asaltantes. Otra fuente oficial, sin embargo, negó que hubiera alguna mujer entre los atacantes. El ministro de Exteriores estaba tratando de esclarecer esa posible participación.

Samantha Lewthwaite es conocida como la 'Viuda Blanca'. Su marido, Jermaine Lindsay, fue uno de los cuatro terroristas suicidas que se inmolaron en los atentados en la red de transportes de Londres en julio del 2005, en los que murieron 52 pasajeros. Después de aquella atrocidad negó estar al corriente de los planes de su esposo y condenó los ataques, evitando así ser procesada y acabar en la cárcel.

Convertida al islam

Hija de un militar británico que sirvió en Irlanda del Norte durante los años 70, la que ahora es una de las mujeres más buscada del mundo se educó en Aylesbury, una ciudad sin historias, de Buckinghamshire, como tantas otras en Inglaterra. Su educación tradicional dio un giro inesperado cuando a los 17 años se convirtió al islam, la religión de Lindsay, un británico nacido en Jamaica con el que se casó.

Dos años después de los atentados de Londres la viuda se instaló en Kenia. La prensa afirma que contrajo segundas nupcias con otro extremista islámico, Habib Ghani, nacido en los alrededores de Londres de padre paquistaní y madre keniana. El Daily Telegraph asegura que la pareja se había separado y Ghani, apodado 'Osama al Britani', habría sido ejecutado en Somalia por militantes rivales con la aprobación de la que fuera su esposa.

A pesar de sus vínculos con Al Shabab, algunos expertos dudan de la participación de la inglesa en el ataque al centro comercial de Nairobi. La reputación de Samantha es la de alguien que juega un papel como enlace y como recaudadora de fondos, no como combatiente en primera línea. Un portavoz de Al Shabab, en contacto con la BBC, indicó el lunes, cuando comenzaron los rumores, que ellos no envían mujeres a luchar. Varios testigos creen, sin embargo, haber visto una mujer de piel pálida. Londres trabaja para poder confirmar o descartar su participación.